Ukrania y los lideres religiosos
¿Son las religiones contrarias a la guerra? La mayoría de ellas defiende a la divinidad como padre-madre de todos los seres humanos y en principio deberían ser contrarias pero sus líderes viven en situaciones concretas que les aconsejan esquivar el bulto o mostrarse definitivamente a favor. En el caso ruso se dan estas circunstancias.
Mi último blog hacía referencia al gran rabino de Moscú que tuvo que abandonar el país por miedo a que su postura, contraria a la guerra ucraniana, fuera en perjuicio de sus fieles. Hoy me propongo hablar del patriarca ortodoxo moscovita, Kiril, que se coloca a favor de la contienda esgrimiendo razones. Deplora la estructura federal de la vieja Unión Soviética al considerar que fue la causante de su ruptura y defiende que en el futuro la gran Rusia, tendrá que tener un gobierno semejante al que ejercieron los zares o los viejos gobierno soviéticos si quiere mantener una hegemonía mundial, a la que está llamada. Su segundo, educado en occidente y presuntamente sucesor, Hilarion Alfeyev, se mostró cauto y nunca apoyó la invasión ucraniana lo que le causó ser inmediatamente degradado y enviado como obispo a Budapest
Peores consecuencias sufrieron clérigos ordinarios que se mostraron contrarios a la guerra o que se negaron a hablar de una “operación especial militar”, un eufemismo que claramente tapaba la realidad. A dos de ellos se les acusa de delitos criminales en cuanto que se basan en argumentos religiosos para denunciar la guerra. Uno de ellos, Joann Kurmovarov, ha sido encarcelado desde junio en San Petersburgo después de que colocara un video en las redes sociales diciendo que el “que no se sintiera abrumado por lo que estaba ocurriendo en Ucrania” no se podía considerar cristiano
El sector musulmán de Rusia ha defendido con gran entusiasmo, incluso mayor que los ortodoxos, la intervención en Ucrania que califica de guerra santa de forma que los militares que mueran en combate irán directos al Paraíso. Su postura no es indiferente ya que muchos de los combatientes rusos pertenecen a minorías étnicas entre las que se encuentran muchos musulmanes. El gobierno es consciente de este apoyo y convocó una reunión de empresarios islamistas de todo el mundo en Kazan, Tatarstan, una república rusa con mayoría musulmana a la que acudieron participantes de 70 países y muchos gobiernos enviaron delegados entre ellos, Erdogan, el presidente turco.
Los lazos con los cristianos están siendo más difíciles de mantener. Desde la guerra fría, la Iglesia ortodoxa rusa ha utilizado el foro mundial de las Iglesias WCC, establecido en Ginebra, como altavoz para ofrecer la visión del mundo que tiene el Kremlin pero la guerra ucraniana ha levantado grandes protestas en las iglesias occidentales. Rowan Williams, antiguo líder de los anglicanos, incluso ha pedido la expulsión del WCC del patriarca ortodoxo ruso
El Vaticano ha intentado reunirse con Kirill, con la idea de no perder la comunicación y hacer un frente común por la paz. Muchos ortodoxos consideran que las intenciones del Papa son una quimera y que si el patriarca se aviniera a hacer una declaración conjunta duraría muy poco en su puesto. La conclusión es que es muy difícil mantener posturas contrarias a los gobiernos y que hay mártires en muchas confesiones