Los cristianos chinos, CHINOS

Muchos conocemos la historia de los misioneros jesuitas que adoptaron las costumbres chinas para facilitar la expansión del cristianismo. En 1867, muchos años después, James Hudson otro misionero cristiano, pidió a sus compañeros protestantes que abandonaran la vestidura occidental por miedo a que los chinos consideraran que hacerse cristiano suponía convertirse en un extranjero. Tenía razón, ya que en 1949 antes de que entrara el Partido Comunista en el gobierno, corría una frase por la nación que afirmaba “un cristiano más, un chino menos”

            A partir de 1950 el gobierno chino empezó cortando las relaciones de los cristianos con las iglesias extranjeras y sólo autorizaba la liturgia en los centros autorizados por sus gobernantes. La no observancia de estas leyes implicaba duras y brutales penas. Tras la muerte de Mao Zedong las restricciones se relajaron lo que supuso un gran incremento de las “iglesias domésticas” que no tenían ninguna relación con las autoridades. Los misioneros protestantes crecieron mucho, con frecuencia actuando como profesores, una situación a la que China ha respondido tratando de que la religión cristiana se haga “más China”

            Este movimiento afecta a todas las religiones sobre el país. Un fenómeno que sale todos los días en la prensa es el tema de los Uyghures, 11millones de personas, que han sido trasladadas a campos para desintoxicarlos de su influencia musulmana. Otro tanto sucede con los 7 millones de budistas o tibetanos pero el número de cristianos sobrepasa con creces estas cifras ya que se calcula cuenta entre 60 y 80 millones de individuos de los cuales la mitad aproximadamente atienden iglesias domésticas. El miedo que tiene el gobierno es desde el conocimiento de que los cristianos juegan un gran papel en los movimientos anticomunistas en otros países

            Entre 2018 y 2019 el gobierno compuso un plan quinquenal para hacer “más china” las cinco regiones oficiales del país: budismo, islam, taoísmo y cristianismo con su doble denominación protestantes y católicos. El documento conlleva unas líneas muy restrictivas en cuanto que impone fuertes multas a actividades que no hayan sido autorizadas y exige la necesidad de integrar la teología cristiana dentro de una ideología socialista. Estos principios deben darse en las escuelas de interpretación de la Biblia

            Con los católicos, el gobierno puede tener la sensación de haber conseguido progresos ya que llegó a acuerdos, tras dos años de conversaciones, con el Vaticano para nombrar obispos. Roma podía nombrar a personas que no fueran vetadas por el gobierno. Pero tutelar a los protestantes es más difícil ya que cada misionero sigue su ruta, algunos incluso se han negado a poner banderas y retratos de Mr. Xi, junto al de Jesucristo alegando que se podría interpretar como una comparación entre las dos personas

            Las iglesias domésticas se están convirtiendo en un gran problema para el partido de forma que las persiguen. En 2019, una corte de justicia condenó a nueve años de cárcel a Wang Yi por intentar integrar a varias iglesias reformistas “Reformed Presbitery of Western China” de distintas provincias y desde el púlpito por llamar al presidente “pecador” por perseguir a la Iglesia

            Estos hechos hicieron que las iglesias grandes se partieran en unidades más pequeñas para continuar sus liturgias sin aprobación oficial. Por internet durante la pandemia, crecen los participantes en foros como Wechat y seminarios. De momento el gobierno no ha respondido, pero puede perder la paciencia si el número de estas iglesias domésticas sigue creciendo y acogiendo a los jóvenes emigrantes de provincias que se quedan sin soporte familiar. Los cristianos chinos afirman ser cristianos sin dejar de ser orgullosamente chinos. Trataremos dice, un famoso pastor protestante, “dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”

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