Un poco de humor catalán
Pablo nos recuerda con frecuencia a los cristianos que seamos alegres lo que no resulta fácil cuando escuchamos la radio, leemos los periódicos o vemos la televisión. Por eso, mi post de hoy sólo pretende que mis lectores esbocen una pequeña sonrisa, si tiene ese efecto habré conseguido algo positivo. Me lo manda un amigo de Barcelona y no sé si es independentista con sentido del humor o todo lo contrario. No me atreví a preguntárselo.
“He pensado yo, que voy a ejercer mi derecho a decidir. El lunes voy a ir a hablar con el administrador de la comunidad de vecinos de mi edificio, para informarle de que pienso pintar la fachada de mi piso de verde. Ya me imagino su reacción, se negará a negociar, me dirá que tiene que estar toda la fachada del mismo color, que para pintar el edificio lo tendrían que votar todos los vecinos de la comunidad...
Me voy a negar en rotundo, le voy a decir que el 15 de enero, digan lo que digan tanto la comunidad, como el ayuntamiento, yo mi fachada la pinto de verde, pues ejerzo mi derecho a decidir y además se va a hacer una votación, pero nada de votar todos los vecinos, ellos no viven en mi casa, por lo que se votará únicamente en mi casa.
Ya lo tengo todo preparado: no voy a poner un mínimo de participación, también podrán votar los menores de edad (tengo un niño de 2 años y una niña de 5 que dirán que sí, porque les he dicho que el verde es más bonito, que mola más y que serán la envidia del barrio), mi mujer dice que ella pasa de votar, que no está para tonterías y que hay que hacer lo que decida la comunidad, será facha. ¡FASCISTA!
Además podrá votar mi hermano ya que trabaja aquí y puede subir a casa cuando quiera, como le he prometido un aumento de sueldo (que no pienso cumplir) votará que sí. También podrán votar unos colegas míos que vienen a mi casa de vez en cuando, a los que les he prometido cervezas de marca y jamón ibérico si apoyan mi decisión, luego les pondré cerveza del Día y patatas fritas como hago siempre, en el mejor de los casos.
A la comunidad les diré que o me dejan hacerlo o dejaré de pagar. Por supuesto, los votos los contaré yo mismo, con lo que entre mi voto, el de mis dos niños, mi hermano y mis cinco colegas suman 150 votos a favor y una abstención de la facha de mi mujer, que precisamente es la única nacida aquí. Ah! Y el dinero del jamón ibérico y las cervezas lo cojo de lo contribución vecinal.”
Espero no haber los sentimientos de nadie: era una simple broma
“He pensado yo, que voy a ejercer mi derecho a decidir. El lunes voy a ir a hablar con el administrador de la comunidad de vecinos de mi edificio, para informarle de que pienso pintar la fachada de mi piso de verde. Ya me imagino su reacción, se negará a negociar, me dirá que tiene que estar toda la fachada del mismo color, que para pintar el edificio lo tendrían que votar todos los vecinos de la comunidad...
Me voy a negar en rotundo, le voy a decir que el 15 de enero, digan lo que digan tanto la comunidad, como el ayuntamiento, yo mi fachada la pinto de verde, pues ejerzo mi derecho a decidir y además se va a hacer una votación, pero nada de votar todos los vecinos, ellos no viven en mi casa, por lo que se votará únicamente en mi casa.
Ya lo tengo todo preparado: no voy a poner un mínimo de participación, también podrán votar los menores de edad (tengo un niño de 2 años y una niña de 5 que dirán que sí, porque les he dicho que el verde es más bonito, que mola más y que serán la envidia del barrio), mi mujer dice que ella pasa de votar, que no está para tonterías y que hay que hacer lo que decida la comunidad, será facha. ¡FASCISTA!
Además podrá votar mi hermano ya que trabaja aquí y puede subir a casa cuando quiera, como le he prometido un aumento de sueldo (que no pienso cumplir) votará que sí. También podrán votar unos colegas míos que vienen a mi casa de vez en cuando, a los que les he prometido cervezas de marca y jamón ibérico si apoyan mi decisión, luego les pondré cerveza del Día y patatas fritas como hago siempre, en el mejor de los casos.
A la comunidad les diré que o me dejan hacerlo o dejaré de pagar. Por supuesto, los votos los contaré yo mismo, con lo que entre mi voto, el de mis dos niños, mi hermano y mis cinco colegas suman 150 votos a favor y una abstención de la facha de mi mujer, que precisamente es la única nacida aquí. Ah! Y el dinero del jamón ibérico y las cervezas lo cojo de lo contribución vecinal.”
Espero no haber los sentimientos de nadie: era una simple broma