El santuario de Walsingham
Walshingham es un pueblecito, medio dormido, en Inglaterra al norte de Londres donde en 1061 la virgen supuestamente se apareció a una mujer noble sajona, Richeldis de Faverches, a la que dio instrucciones para edificar una réplica de la casa de Nazaret. La mujer siguió las direcciones que le había dado la aparición y un milagro hizo que los materiales aparecieran y el edificio, la Santa Casa, se construyera de la noche a la mañana
Durante medio milenio el lugar se convirtió en centro de peregrinaje como lo fueran antaño Jerusalén, Roma o Santiago. Los reyes ingleses acudían a rezar y la ruta se llamó el camino de Walshingham y el santuario, la casa inglesa de Nazaret. La llegada al trono de Enrique VIII terminó con la iglesita y se declaró supersticiosa la tradición del peregrinaje. Los años pasaron y la virgen se apareció en otros lugares como Lourdes o Fátima, de forma que Washingham fue cayendo en el olvido
En 1921, renació el culto gracias a un pastor anglicano, Alfred Hope Patten, que promovió la vuelta de los peregrinos para lo que instaló una nueva estatua de María en el pueblo y más tarde rehabilitó la Iglesia. No le faltaron objeciones del obispo de Norwich, pero los peregrinos acudían como lo hicieran en su día, aunque un grupo de militantes protestantes hacían protestas ostentosas con carteles insultantes. Nacieron hospederías, se abrieron pubs y aumentaron los trenes que paraban en el pueblo. Hay una iglesita católica que se llama the Slipper Chapel, la Capilla de las Zapatillas, porque tienes que entrar descalzo, no por penitencia, sino por la conciencia de estar entrando en un lugar sagrado. También se ha abierto un templo hindú. Hoy en día las parroquias organizan autobuses y particulares vienen en sus coches. No todos los que hacen la ruta son religiosos pues a algunos les mueve la belleza del lugar y la ruta marcada por el camino, pero incluso los ateos confiesan que sienten algo en su interior al llegar al sitio.
Peregrinar es salirse del camino rutinario hacia otro espacio, comenta el pastor, Kevin Smith, que administra la iglesia actualmente, donde encuentras tiempo para reflexionar y poner las cosas en orden en tu vida. Explica que la primera vez que fue a Walsingham tenía 14 años, acudió con el peregrinaje nacional que se organiza durante el verano desde 1923. La imagen de la virgen se traslada en profesión por las calles del pueblo iluminada por faroles. El joven quedó impactado por la devoción de las masas, y el llanto de algunos que se habían quebrado con la experiencia. Como hijo de un pastor protestante reflexionó sobre el hecho de que su religión era individualista mientras que lo que vio en Walsingham era distinto
No faltan las historias de milagros como el abrazo que se dieron un oficial de la armada inglesa con un mando alemán de la Segunda Guerra Mundial al que había disparado una noche de Christmas sacando una fuente de pavo de una tienda de campaña. O la mujer que pidió un hijo a María y su ruego fue concedido
El propósito del lugar es acoger a cientos de peregrinos, pero tanto los protestantes como los católicos afirman que los números están descendiendo. El peregrinaje nacional que hace unos años contaba con 10.000 personas ha reducido su número a 2000 y la mayoría son gente mayor. Lo más curioso es que el año pasado acudieron brasileños, una congregación de personas latinas que venían a pedir por Ucrania y 20.000 miembros de una comunidad tamil, incluyendo algunos hindús, pero la cuestión era si les movía la mera curiosidad o un sentimiento religioso. Hoy la mayoría de los ingleses no conoce la existencia de Walsingham, una ignorancia en la que me incluía hasta que he leído el artículo que he comentado