Exarca (es decir, obispo) de los griegos de rito bizantino, el P. Manel Nin, monje de Montserrat concedió una entrevista el pasado día 24 a la periodista Mireia Rorera, del diario catalán, El Punt-Avui.

Nacido en el Vendrell en 1956, el P. Manel Nin, como recordaba esta periodista, ha participado en este último curso en dos acontecimientos importantes en Montserrat: en primer lugar presidió, el 13 de octubre del año pasado, la bendición abacial del nuevo abad de Montserrat, Manel Gasch y el pasado 27 de abril presidió también la Eucaristía en el día de la Virgen de Montserrat, en el 75 aniversario de la entronización de la santa imagen en su nuevo trono.

En esta entrevista, y después que hace seis años el papa Francisco lo nombró obispo de los católicos griegos de rito bizantino, el P. Manel Nin reconoce que “por encima de todo soy monje de Montserrat”. Y es que “Montserrat es el eje de mi vida; soy quien soy porque soy monje de Montserrat”. Por eso el P. Nin afirmaba en esta entrevista: “Una cosa que he de agradecer mucho a mis hermanos y a los abades que he tenido, Cassià Mª, Sebastià, Josep Mª i ahora el abad Manel, es que siempre me han hecho sentir en casa, a pesar de estar lejos físicamente”.

De hecho, el exarca Manel vuelve a Montserrat siempre que puede, “aunque ya hace muchos años que mi vida transcurre fuera, primero en Roma, ahora en Grecia, pero sé que mi casa es aquí y todo lo que he hecho, lo he intentado vincular siempre a Montserrat”.

El P. Manel Nin, doctor en Teología i Ciencias Patrísticas, que ingresó en Montserrat en 1975, hizo la profesión temporal en 1977 y la solemne en 1980. Fue ordenado presbítero en 1998 y archimandrita en 1999, en Roma, en una celebración que pude asistir, en representación del abad Sebastià Bardolet. El 2 de febrero de 2016 el papa Francisco lo nombró exarca y fue ordenado obispo el 15 de abril de ese mismo año.

Como dice en esta entrevista el P. Manel, “el 1984, después de los estudios en Montserrat, el P. Abad Casià Mª Just me envió a Roma a estudiar Patrología, los Padres de la Iglesia. Hice la licenciatura y después el doctorado y acabado el doctorado me pidieron que me quedara como profesor. Mientras hice la tesis, venía mucho a Montserrat; de hecho, estaba medio año en Montserrat y medio año en Roma”.

Como comenta el P. Manel en esta entrevista, “en 1992 acabé la tesis y el año siguiente ya comencé a dar clases en San Anselmo y en dos universidades más”. Además, en Roma, el P. Manel Nin estuvo 20 años de rector del Colegio Griego.

El contacto con la Iglesia de Oriente, como dice el P. Manel Nin en esta entrevista, nació ya en el primer año de su noviciado, “en Montserrat, cuando me introdujo el P. Cebrià Pifarré y comencé a estudiar latín y griego, después vendrían otras lenguas antiguas”.

Por lo que respecta a su misión pastoral en Grecia como exarca, el P. Manel dice: “Es una diócesis muy particular. La catedral está en Atenas, pero el territorio de la diócesis es toda Grecia, aunque solo tenemos dos parroquias, una en Atenas, que es la catedral, y otra a 500 kilómetros al norte, cerca de Tesalónica, que hace frontera con Bulgaria”. Por lo que respecta a la clerecía, el P. Manel dice que “actualmente tenemos nueve presbíteros, mucho más que cuando yo llegué el 2016, que habían cinco y el más joven tenía 78 años”. Durante estos años de episcopado, el P. Manel Nin ha pedido ayuda “a otras Iglesias Orientales católicas de Europa con sacerdotes formados, porque nosotros no tenemos seminaristas”.

El exarcado del P. Manel tiene “cerca de 3500 fieles greco-católicos”, en un país que tiene “un 98% de cristianos ortodoxos y un 1,5% que somos católicos”. Por lo que respecta al diálogo con los ortodoxos, el P. Manel reconoce que “es muy difícil porque a sus ojos, “hemos traicionado la tradición más oriental bizantina”. El único diálogo posible ahora mismo”, reconoce el exarca Manel Nin, “es a través de la caridad: Cáritas y una fundación que tenemos para niños autistas”. Así y todo, “la gente se mezcla y hay muchos matrimonios mixtos. Entre la mayoría de nuestros fieles con matrimonios mixtos, el “problema” es que los fieles son bautizados ortodoxos”. Y es que “el matrimonio ortodoxo tiene también validez civil y el matrimonio por el rito católico, no”.

Por lo que respecta a la guerra deUcrania, el P. Manel explica en esta entrevista que “una de las particularidades de nuestra diócesis es la presencia de ucranianos y de iraquíes que han tenido que huir de la guerra”. Al exarcado, a donde llegan muchos refugiados, “estamos viviendo un momento muy complicado”. Así y todo “entre los ucranianos y los griegos nos estamos organizando a través de Cáritas para enviar ropa, medicamentos y comida a Ucrania”. El P. Manel afirma que “en Ucrania, la Iglesia Oriental Católica defiende la integridad territorial ucraniana, la realidad étnica i lingüística i protesta en voz alta contra el horror de esta guerra”. El P. Manel, que reconoce que “el patriarca Cirilo está muy vinculado a Putin”, afirma que “la invasión rusa es injustificable”.

Conocedor del Oriente, el P. Manel nos recuerda “el drama en Siria y en Irak”. Y es que “ahora ya no se habla de ellos aunque el problema continua existiendo”. Como dice en esta entrevista el P. Manel, en relación a la guerra en estos países, “se ha perdido mucho patrimonio cultural, literario y artístico, destruido por el Estado Islámico”. Así, por ejemplo, “en Irak y en Siria han desaparecido bibliotecas enteras porque las incendiaron. Lo arrasaron todo”.

Por lo que respecta a la situación del cristianismo en Europa, el P. Manel reconoce que “en España y en Cataluña, no solo existe una secularización, sino directamente una descristianización. En Grecia esto pasa menos. Allí el pueblo es muy religioso y el peso del cristianismo pesa mucho”.

Con esta entrevista en el diario El Punt-Avui, la periodista Mireia Rourera nos acerca al servicio pastoral del P. Manel Nin y a su misión como exarca en Atenas y en toda la diócesis de Grecia.