"No debemos ni podemos renunciar a la reconciliación si queremos la paz" El arzobispo de Seúl invitó a los jóvenes de Corea del Norte a participar en la JMJ de 2027
"A pesar del amargo escepticismo de algunos", añadió, "no debemos ni podemos renunciar a la reconciliación si queremos la paz"
| RD/Aica
En el octavo Foro para compartir la paz en la península coreana, que se llevó a cabo el 18 de noviembre en el Songsin Theological Campus de la Universidad Católica de Corea, el arzobispo de Seúl, Peter Soon-taick Chung, propuso invitar a algunos jóvenes norcoreanos a la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Seúl en 2027.
El Foro fue promovido por la Comisión de Reconciliación, que instituyó en 1995 el entonces arzobispo, cardenal Stephen Kim Sou-hwan, en la arquidiócesis de Seúl. El tema de este año fue "Los caminos que conducen a la reconciliación y la paz en la península coreana".
A lo largo de los años, la Comisión puso en marcha diversas iniciativas, como la ayuda humanitaria a la población del Norte, la ayuda a los refugiados norcoreanos que viven en Corea del Sur y la educación para la paz, junto con la búsqueda activa de la paz.
En su discurso de presentación del foro, el director Hong Yong-Pyo, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Hanyang, insistió en el término "reconciliación" como palabra clave para la paz. "A pesar del amargo escepticismo de algunos", añadió, "no debemos ni podemos renunciar a la reconciliación si queremos la paz". Citando la bendición del Papa Francisco con motivo del 70º aniversario del Acuerdo de Armisticio de la Guerra de Corea, deseó que "el Foro pueda representar una pequeña contribución a los caminos que conducen a la reconciliación y la paz".
Monseñor Peter Soon-taick Chung, arzobispo de Seúl, que es también administrador apostólico de Pyongyang, recordó que es fundamental "el rol de la Iglesia católica como mediadora y reconciliadora en la península coreana" y se refirió a los "problemas sin resolver 70 años después del acuerdo de armisticio, como los de las familias que siguen separadas y las crecientes tensiones políticas y militares".
Kim concluyó señalando que el Movimiento de Reconciliación Nacional debe continuar con coherencia, a pesar de cualquier cambio en las políticas del gobierno norcoreano, y propuso la apertura de un canal de intercambio a través del Vaticano.
En el discurso de clausura, el arzobispo Peter Chung afirmó estar "sorprendido por la ausencia de jóvenes entre los participantes y el público", y prometió que "buscará la manera de involucrar a nuestros jóvenes desde el diseño y la planificación del Foro del año próximo, ya que se trata de una importante oportunidad para ellos en términos de educación para la paz".
El prelado añadió asimismo que considera que la labor misionera en Corea del Norte es su vocación, no sólo como administrador apostólico de Pyongyang, sino también como ciudadano. Para terminar, el arzobispo reiteró que trabajará para llevar a la práctica su compromiso con la misión norcoreana, sobre todo con la ayuda a los refugiados norcoreano
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