Hoy hace un año
Recuerdo las primeras, casi prehistóricas, conversaciones con el director de este portal para abrir un blog. Desde el primer momento José Manuel Vidal fue generoso conmigo, ofreciéndome espacio en esta gran casa en la que se albergan tantas personas como sensibilidades dentro del amplio abanico de la Iglesia. Desde cardenales a teólogos, desde obispos a catequistas.
En aquel momento, el ofrecimiento me vino grande. No me acababa de ver escribiendo yo solo. A decir verdad, no me gusta hacer nada solo. Como el Papa, también yo necesito compañía. Y, por tanto, lo dejé enfriar.
En paralelo se fue gestando el libro. Con Javier Velasco-Arias me une una amistad de más de 30 años. Y casi diez desde que fundamos la Escuela de Animación Bíblica de Barcelona junto a Justino Martínez, misionero comboniano hoy en Brasil. De ese trabajo cotidiano, Javier ideó un libro, un manual, sobre Animación Bíblica que editaría la editorial San Pablo.
Cuando ya se podía afirmar que el libro se publicaba, tras hablar sobre el posible blog con Javier Velasco-Arias, me puse en contacto con José Manuel Vidal, fui a visitarlo a Madrid (y también pude saludar a Jesús Bastante) y le propuse, esta vez sí, empezar un blog con el mismo título del libro, que apareciesen a la misma vez y en el que, en vez de solo, escribiríamos Javier Velasco-Arias y yo.
Todo fueron facilidades. Tanto Javier como yo agradecemos a Religión Digital y a su director, José Manuel Vidal, este espacio de encuentro en la fe. Hay que decir, sin complejos ni perdones, que siempre supimos que queríamos estar en este portal .
Y, desde entonces, un año. Y no un año cualquiera. La elección del Papa Francisco nos ha llenado de alegría y esperanza. Venimos de la gran Verbum Domini de Benedicto XVI y seguimos con tantas actitudes de evangelio puro del Papa Francisco.
Un año de comentarios de evangelios dominicales, de noticias relacionadas con la Biblia y la animación bíblica, de artículos sobre los ferfíles y dimensiones bíblicas de los papas, del cónclave, de la última encíclica o de la JMJ.
Me alegra poder firmar yo este artículo para poder decir que la mayor parte del trabajo y, por tanto, del mérito y reconocimiento, han se ser para Javier Velasco-Arias, que trabaja más y mejor.
Para acabar, cuando pienso en este año y en las diferentes entradas de este blog, me viene a la mente y al corazón, el artículo titulado “Fragmentos Bíblicos indispensables para un cónclave”. ¿Por qué? Sin saber quién iba a ser el elegido (conocía al Cardenal Bergoglio porque los “pseudoprofetas de la hecatombe” lo linchaban y, por tanto, un servidor empezó a leer y gozar de sus escritos desde Buenos Aires) escribí en tal ocasión:
“Veamos una vez más el recorrido “simplón”: de una concepción del ministerio petrino que se queda solo en “dignidad”, y que de resultas de ello, exige un “superhombre”, desemboca en una errónea idea de un papado más cercano al continuo apagafuegos, parcheando lo que le dejan, que no a un ministerio que proyecta, trabaja y evalúa en comunión.
Pero la realidad de la Iglesia, de ese ministerio petrino, nos permite comprobar que, gracias a Dios, la bien llamada “Eclesiología de Comunión”, funciona. Quizá no lo bien que funcionaría si todos ya fuésemos santos. Pero funciona. Es decir, que el papa no está solo, que no ejerce sólo, que no lo hace todo solo.
Veamos en qué se concreta ese ir de “dos en dos”: Concilios, Sínodos, Dicasterios, Conferencias Episcopales, en fin, cientos, miles de colaboradores que, incluso, ayudan a escribir discursos y, no es ningún secreto, también documentos magisteriales.
Es por ello que hoy más que nunca no solo se elige a un papa, sino que a través de él, también se escoge una manera de trabajar y un equipo de trabajo”.
Colegialidad. Aquello que se dio en la Asamblea de Jerusalén. La última palabra fue de Pedro. Y fue para confirmar lo que los miembros de la asamblea, después de dialogar e, incluso discutir, asistidos en el discernimiento por el Espíritu, creyeron lo mejor para la Iglesia.
Colegialidad. Diálogo. Que es a lo que os invitamos a todos en este blog en torno a la Palabra que siempre es diálogo.
Muchas gracias
Quique Fernández