Adios capelo, adios
Don Antonio Lasierra, un lujo para este Blog, acaba de comunicarnos el cese del cardenal de Giorgi, arzobispo de Palermo, y el nombramiento de su sucesor. Un puesto menos para Martínez y ya he perdido la cuenta de los que se han ido: París, Génova, Sâo Paulo, Varsovia, Bombay, Toronto, Lajolo, Washington, Kampala, Abidjan, Antananarivo, Luanda, Maputo, Marsella... Y algunos que seguro se me pasan. Acabo de confirmar la noticia en la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Y Palermo es sede cardenalicia segura.
La Italia del Sur apenas tiene dos cardenales, Nápoles y Palermo. Frente a Milán, Turín, Bolonia, Venecia, Florencia y Génova en el Norte. Se sienten olvidados y preteridos. No van a dejarles con un solo cardenal.
De Giorgi es otro purpurado que pasa a emérito en una poda que ya empieza a resultar sorprendente. Acababa de cumplir los setenta y seis años. Hoy hablábamos de Don Fernando Sebastíán que ha cumplido los setenta y siete y sigue al frente de Pamplona. Pero el caso del siciliano no es único: Panafieu, Mc Carrick, Glemp... Es como si Benedicto XVI se hubiera propuesto envejecer la Curia y rejuvenecer las diócesis.
Y, visto lo visto, parece inmediata la sustitución de Munich pues su cardenal, Wetter, cumple el 20 de febrero próximo setenta y nueve años. Y es otra sede absolutamente cardenalicia.
No me creo que en el próximo consistorio vayan a salir tantos africanos como he indicado pero un par de ellos es más que probable. Sobre todo porque no hubo ninguno en activo en el consistorio anterior.
Pues ustedes me dirán que esperanzas le caben a Martínez. Salvo error u omisión el Papa dispone hoy de siete vacantes si no quiere rebasar el número de ciento veinte electores ante un eventual cónclave. Hay, por tanto, muchas más cabezas que capelos. Y con muy pocas vacantes más en perspectiva. Una en este año, el chileno Medina, y ocho el que viene: el mejicano Suárez Rivera, el italiano Martini, el español Martínez Somalo, el húngaro Paskai, el polaco Macharski, el indio Vithayathil, el norteamericano Szoka y el también italiano Sodano.
Dieciséis vacantes a comienzos del 2009. Da la impresión de que a Martínez le ha volado el capelo. Al menos en el próximo consistorio. Si hay pocos huecos y menos méritos pues lo tiene claro.