Parecían algo importante y ya no son casi nada. Germinans, referencia ineludible para saber lo que ocurre en la Iglesia catalana prácticamente les extiende hoy el certificado de defunción.

Los nefastos pontificados de Camprodón y Soler hicieron crecer al monstruo y le dieron mucha más importancia de la que en verdad tenía. Bastó que llegara un obispo normal para que el globo se desinflara y hoy apenas sea ya nada.

Se están multiplicando en Cataluña signos esperanzadores. En Tarrasa sobre todo pero también en Vich, Gerona, Tarragona, Solsona y Lérida. Y hasta monseñor Taltavull parece que no lo está haciendo mal. La caída en picado hacia el abismo ciertamente se ha ralentizado y en algunos sitios apuntan ya brotes de primavera. Y ciertamente es una gran noticia el que los Alsinas no sean ya ni tantos ni tan fieros. Ya son apenas casi nada. Bien por monseñor Pardo

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