Juegos Olímpicos Episcopales. El obispo Carrera aspirante a Medalla de Oro.

Estamos en plena Olimpiada. Los deportistas baten records y ganan medallas. Pues algo así está a punto de conseguir el obispo auxiliar de Barcelona, Juan Carrera Planas. La medalla de oro a la ancianidad activa episcopal.

Catholic-Hierarchy le sitúa en el número 28 en el ranking de edad de los obispos en activo. Habría por tanto 27 máyores que él. Pero dos de ellos no son obispos y un tercero es el Papa. Con lo que le tenemos ya en el puesto 25.

El de más edad, a punto de cumplir los 102 años sería el obispo de Pyong-yang, en Corea del Norte, impedido por el régimen comunista del gobierno de su diócesis y más que probablemente fallecido. Y el curial Zlanatski creemos que es un error de Hierarchy por ser ya emérito. Haría pues Carrera el número 23.

Pero varios de los que le anteceden son obispos de ritos orientales: uniatas, armenios, maronitas, melkitas, siro-malabares...para los que no rige la renuncia a los 75 años como se ha impuesto al rito latino. Con lo que eliminaríamos a siete más. Ocuparía ya el puesto 16. Si tenemos en cuenta que tres cardenales mayores que él conservan todavía cargos de consolación: Cordero Lanza de Momtemolo, Marchisano y Castrillón, de escaso contenido salvo tal vez el del cardenal colombiano, estaría ya en el número 13.

Son mayores que él, entre los verdaderamente activos, el húngaro Smej, obispo de Maribor que tiene 86,51 años, salvo que se trate de un error de la relación que manejamos. Le seguiría el cardenal Jaworski, arzobispo de Lvov. Vendría luego el obispo vietnamita de Vinh, con 81,61 años. El bostswano obispo de Goborane. El obispo de Samoa con 80,27. El auxiliar de Eger, Hungría. El también auxiliar de Vilnius (Lituania)con 79,81. El cardenal Kitbunchu, arzobispo de Bangkok, con 79,56. El auxiliar de Caracas, Bermúdez Villamizar que tiene 79,19. El obispo de Lesotho, con 78,94, el auxiliar de Guatemala con 78,86. Y el cardenal Maida, arzobispo de Detroit con 78,42.

En cortísimo plazo deben caer todos salvo tal vez el vietnamita por las dificultades de la Iglesia en aquel país. ¿Tendremos entonces a Carrera Planas como decano de los obispos en activo de rito latino? ¿De medalla de Oro en esta Olimpiada? Todo podría ser.

Siempre he sostenido que el día que acepten la renuncia de Carrera será de gozo para la Iglesia en España. Es un catalanista enragé y ya hemos visto lo que eso ha dado a la Iglesia en Cataluña: la ruina. Recientemente nos hemos hecho eco de la triste situación de la Iglesia mataronense. Detrás de ello, como de tantas otras cosas, ninguna buena, está la mano negra de Juan Carrera Planas. Cierto que no es el único responsable. Pero sí de los más destacados.
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