De Neuquén a Tucumán o de un obispo impresentable a un arzobispo como Dios manda.

Jóvenes argentinos han vuelto a dar este año una lección de amor a la Virgen y a la Iglesia y de valentía militante. En esta ocasión la concentración de abortistas, lesbianas y demás tuvo lugar en Tucumán. Y allí volvió la juventud argentina católica a manifestar que la profanación de la catedral tendría que ser por encima de sus cadáveres. Como el año anterior en Neuquén iban todos fuertemente armados. En cada mano su rosario.

Los varones rezaban en la puerta de la catedral y las mujeres en el interior de la misma. Previamente las tucumanas católicas se habían presentado en las sesiones del congreso e hicieron oír su voz acallando la de la morralla. Que se fue de Tucumán con el rabo entre piernas mascando su fracaso.

Y en esta ocasión los jóvenes y las mujeres sintieron que su arzobisp, monseñor Villalba, estaba con ellos. Nada que ver su actitud con la del impresentable Meloni, indigno obispo de Neuquén.

Mi más honda felicitación a los jóvenes tucumanos y a su arzobispo. Y al Meloni le vuelvo a escupir a la cara mi desprecio.

P.D.: Había ilustrado el artículo con una hermosa fotografía de esos jóvenes en la puerta de la catedral pero por esos misterios de internet no sale.
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