Pagola en la cresta de la ola y Blázquez a punto de naufragar.

Hablo sólo de lo que leo. Pero escrito está. Y todas son noticias preocupantes para Pagola. Muy preocupantes.

Un amable lector me ha enviado fotografías del acto de Sevilla. El local lleno. Mala noticia para el CET y el cardenal. Porque eso se contabilizará en su debe.

Por lo que me dicen, y si no fuera cierto habrá que achacárselo a quienes me lo comunican, Pagola ofreció correcciones en una nueva edición. ¿Se llama eso canguelo? No puedo afirmarlo porque tal vez las correcciones sean para agravar el texto. Pero, o es un inconsciente, que no me lo parece, o algo alarmado debe estarlo.

En otro lugar leo que en la reunión última de la Comisión permanente del episcopado también fue Pagola cuestión de comentario. Y no favorable. Se dice que Blázquez intentó defenderle y se quedó más solo que la una. Porque el apoyo del inefable Sánchez, íntimo amigo del no menos inefable Setién, de quien Pagola era el vicario general, es mucho más contrario que positivo. El obispo de Sigüenza-Guadalajara es una de esas rémoras, ya escasísimas, de nuestros episcopado actual. Y le queda año y medio de episcopado pues en octubre de 2009 presenta la renuncia. Un friky más acabado que Sara Montiel.

Dos jesuitas, Arregui, él firma ahora Arregi, y Scheifler han salido en apoyo de Pagola. Pues con esos amigos no necesita enemigos.

Dicen que Blázquez, cuando intentaba defender a Pagola, palideció al oir que la inmensa mayoría de los obispos le dijo: Pues manda la Conferencia Episcopal el asunto a la Congregación para la Doctrina de la Fe y que ella dictamine. Algunos dijeron que hasta balbucía.

También se cuenta que Blázquez está cada vez más solo. Y más acabado.

Es claro que yo no estuve allí. Sólo cuento lo que he leído. Si Blázquez está apoyadísimo por sus hermanos en el episcopado y Pagola es un San Jerónimo redivivo pues todo lo que he dicho no vale nada, y qué Dios nos coja confesados.

Pero, de ser cierto, Blázquez y Pagola lo llevan crudo.
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