Primera visita al Vaticano de la comunidad budista Francisco: "Como líderes religiosos, tenemos la responsabilidad de guiar a la humanidad a renunciar a la violencia"
El Papa Francisco recibió en audiencia a una delegación budista de Mongolia, acompañada por el cardenal Giorgio Marengo, Prefecto Apostólico de Ulán Bator
"En un contexto de catástrofes naturales y conflictos humanos, el Año Santo nos recuerda el objetivo común de construir un mundo más pacífico, que promueva la armonía entre los pueblos y con la casa común"
| Salvatore Cernuzio
(Vatican News).- La responsabilidad – en un contexto de desastres y conflictos – es de todos, pero especialmente de los líderes religiosos: “Guiar a la humanidad a renunciar a la violencia y abrazar una cultura de paz”. En esencia, lo que había afirmado el Papa Francisco, durante su viaje a Mongolia en septiembre de 2023, a los representantes de las distintas confesiones reunidos a su lado en el escenario azul del Teatro Hun, el teatro en forma de tienda nómada que se asomaba desde una colina hacia la expansión de casas, gers y edificios en Ulaanbaatar.
El recuerdo de aquel acontecimiento, entre los momentos culminantes del viaje apostólico de Francisco a Mongolia, visitada por primera vez por un Pontífice, acompaña el breve discurso que el Papa dirigió a una delegación budista procedente de Mongolia, recibida en el Palacio Apostólico el pasado 13 de enero y acompañado por el abad del monasterio de Gandantegchinlen, el venerable D. Javzandorj, y por el cardenal Giorgio Marengo, prefecto apostólico de Ulaanbaatar.
La amistad entre la Santa Sede y el "noble" pueblo mongol
Se trata de la primera visita al Vaticano de la comunidad budista, religión mayoritaria en el país asiático, donde los católicos, gracias a un esfuerzo de evangelización renacido de los escombros del comunismo, suman poco más de 1.200. Mongolia, tierra, sin embargo, de diálogo y coexistencia pacífica; la misma presencia en Roma de la delegación budista, observa Francisco, es un signo particular de las "relaciones amistosas y duraderas que unen la Santa Sede y el noble pueblo mongol". Una auténtica “amistad” que Jorge Mario Bergoglio dice haber tenido “el privilegio” de vivir durante el citado 43º viaje apostólico.
Encuentro con líderes religiosos en Ulán Bator
El recuerdo del Papa fue al Encuentro del 3 de septiembre de 2023 con once líderes de diferentes confesiones. Aquel en el que pronunció importantes palabras sobre el servicio de las religiones al bien y la recomendación de no confundir la creencia con la violencia. Ese día, con los representantes de las diversas religiones, subrayó Francisco, “reflexionamos sobre el profundo anhelo espiritual de todos los hombres y mujeres, que podemos comparar a una gran unión de hermanos y hermanas que caminan por la vida con la mirada dirigida al cielo”. El Papa dio luego la bienvenida a sus huéspedes "como un hermano para todos ustedes, en nombre de nuestra común búsqueda religiosa".
Renovación religiosa y transición democrática
Yendo aún más atrás en el tiempo, el Papa Francisco recuerda el difícil, pero al mismo tiempo floreciente período de los años 90, cuando, tras el colapso del régimen, el país vivió “una profunda renovación religiosa”. Gracias también a la "dedicación" y a la "contribución" del budismo, el Papa constata: "Retomando las prácticas espirituales tradicionales e integrándolas en el desarrollo de la nación, Mongolia ha recuperado su rico patrimonio religioso, demostrando al mismo tiempo su esfuerzo por “Una transición democrática exitosa”.
Compromiso con la libertad religiosa y el diálogo
No sólo eso: el Papa elogoa también el "compromiso en favor de la libertad religiosa y del diálogo entre las diferentes confesiones" que "ha cultivado un ambiente de respeto mutuo hacia todas las tradiciones, favoreciendo una sociedad enriquecida no sólo por la prosperidad material, sino también por valores esenciales", "a la solidaridad fraterna". “Al promover estos valores, las religiones desempeñan un papel fundamental en la construcción de una sociedad justa y cohesionada”, afirma el Pontífice.
Actuar concretamente por la paz
La atención se centra entonces en el Jubileo, en la tradición cristiana "tiempo de peregrinación, de reconciliación y de esperanza" y "en un contexto marcado por catástrofes naturales y conflictos humanos, este Año Santo -subraya el Papa Francisco- nos recuerda el objetivo común de “construir un mundo más pacífico, que promueva la armonía entre los pueblos y hacia nuestra casa común”. De aquí, un mandato claro: “El deseo universal de paz nos desafía a todos a tomar acciones concretas: en particular, como líderes religiosos arraigados en nuestras respectivas enseñanzas, tenemos la responsabilidad de guiar a la humanidad a renunciar a la violencia y abrazar una cultura de paz”.
Al final de la audiencia, se expresó el deseo de una estancia en Roma “agradable y enriquecedora” y que el encuentro posterior con el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso constituya “una oportunidad para profundizar la colaboración en la promoción de una sociedad fundada en el diálogo, en la “la fraternidad, la libertad religiosa, la justicia y la armonía social”.
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