Las adhesiones a Entrevías.

La página web de la exparroquia viene publicando las adhesiones recibidas por su "heroica" actitud. La inmensa mayoría son de personas particulares que, al no ser identificables la mayoría de ellas, nada nos dicen de lo que supone esa adhesión. No sabemos si son católicos o no, si apoyan a la Iglesia o a la destrucción de la misma, no valen nada.

Pero hay otras más identificadas. Que es en las que me voy a fijar. Alguna me parece encantadora. Como, por ejemplo, la del Colectivo Hetaira. Que traducido para algún lector LOGSE es el Colectivo Puta.

A mí me ha hecho particular ilusión la de Radio Cigüeña, aunque no tenga nada que ver conmigo.

Monjas, como colectivo, creí que habría más. Hasta el momento se han manifestado más sensatas de lo que yo esperaba. Apenas dos comunidades vedrunas de Ceuta y El Palmar. He visto un par de adhesiones más que parecen religiosas. Aunque no sé si de varones o de féminas: La Comunitat Escolàpia de la Mina y la Fraternidad Marianista Genesaret.

Luego vienen solidaridades de esos moribundos movimientos que cuanto antes se cierren más ganará la Iglesia. Porque la verdad es que no existen. Sus miembros son apenas los de la Junta directiva y a veces no dan ni para llenarla.

La HOAC de Tuy-Vigo, la de Alicante, pero en esa ciudad con división de opiniones porque sólo se han manisfestado los equipos 2 y 3. El 1 parece más eclesial. La JOC de la Comunidad de Madrid que se adhiere por dos veces.

Esperpéntica la de la Junta Islámica. Y natural la del MOCEOP de Castilla La Mancha. Estos curas secularizados del Celibato Opcional me parecen cada vez más muertos. Las siglas ocultan cualquier cosa pero, en este caso, lo inexistente. Apenas hay un cura en algún sitio de España que levanta esa bandera. Todos juntos serán seis u ocho. Y ni aun esos se manifiestan, hasta el momento, en apoyo a Entrevías.

Luego vienen unas cuantas parroquias. En otro abuso mentiroso. Porque nadie ha consultado a los feligreses ni estos se han manifestado. Son adhesiones de párrocos. De quienes conviene tomar nota. Para alejarse de sus ministerios.

Son las parroquias de San Juan de Dios de Jerez, del Beato Florentino de no sabemos donde, de San Pedro y San Francisco Javier de Algeciras, de Jesús de Nazaret del Puerto de Santa María, de la Asunción de Jerez, de Nuestra Señora de los Desamparados de Valencia-Nazaret, de Nuestra Señora de Fátima de Los Rosales (Sevilla), de Nuestra Señora de Fátima de Errentería (¿Rentería?), de Nuestra Señora de la Paz de no sé donde, de San Cosme y Damián de Madrid, de San José Obrero del Puerto de Santa María y de Santo Tomás de Aquino de Madrid.

Escasitas, ¿verdad? Y en su mayoría andaluzas. En esa insignificante presencia. Pues que los obispos tomen nota de tan eclesiales colaboradores. La cuestión madrileña no me afecta nada porque ni sé donde están esas dos parroquias contestatarias.

Y ahora ya la guinda. Con Entrevías están también Corriente Roja, varias agrupaciones de Comisiones Obreras, el Partido Comunista de España, Izquierad Unida de la Ciudad de Madrid y de la Comunidad madrileña... Significadas todos por su amor a la Iglesia y a la religión. Cada vez entiendo más a las vedrunas en esas compañías. Hetairas incluidas.

Ya he dado mi opinión en varias ocasiones sobre el caso Entrevías. Cuanto más se tarde en cerrarlo, peor. Seguiremos prolongando las adhesiones de maricones con Harley Davidson, lesbianas en minishort, admiradores de Mao, asociaciones pro Evo Morales, priscilianistas gallegos, monjas octogenarias que reclaman matrimonio, aspirantes a sacerdotisas y obispas, católicos sin Papa, partidarios de asesinar a Bush, partidarios de la demolición del santuario de Fátima, asociación pro fumigación de curas y monjas incluidos los de Entrevías y las vedrunas...

Mientras existan este circo va a seguir. Una vez despachados, por supuesto que con todo cariño, a sus casas particulares, el show se ha terminado. Una semana de protestas y punto.
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