En días ha pasado el arzobispo de Tegucigalpa de papable a malvado. Incluso con amenazas de muerte.
Yo no sé mucho de la situación hondureña, no me fío un pelo de Zelaya ni de Micheletti, la persona que sin duda me merece más confianza de aquel país es su cardenal. Pues yo en eso, a lo que diga. Creo que es la única referencia moral que podemos seguir.