Me he convencido de que estoy haciendo un gran daño a la Iglesia.

Un joven misionero, según él de 30 años, dedicaba todas sus horas a los negritos de África. Hasta que me descubrió. Y adiós horas y negritos. Todas las dedica al Blog.

Ayer entraba a las 7.11, 8.30, 9.37, 13.25, 21.17, y 21.53. Y en lo que llevamos de hoy, son las 8.28, ya ha entrado a las 7.01 y a las 8.19. Pues ya me dirán que queda para los negritos y las negritas. Y eso que el Blog no le gusta nada. Si llega a gustarle abandona a los negritos, las negritas y la misma África y lo tengo a las seis de la mañana en el salón de mi casa.

A este misionero, que creo recordar es el que llama tridentino a la gente como un insulto, aunque puedo equivocarme y ser otro, lo que de verdad le gusta es ATRIO. Web de lo más católica según el misionero de marras y que por cierto va a estar unos días en paro por rotura de fémur de quien la lleva, Antonio Duato. Al que deseo una pronta recuperación. Lo cortés no quita lo Cavanillas.

Pues si la torre de esta cigüeña le repatea y se pasa el día en ella cabe pensar que el resto de la jornada se lo pasará en ATRIO. Y a los negritos que les den.

Estoy por tanto consternado de privar a los negritos de semejante evangelizador. Aunque, vayan ustedes a saber, igual estoy contribuyendo muy eficazmente a la salvación de los negritos al mantener alejado de ellos a este misionero de no sabemos bien que.
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