Don Guillermo Juan Morado fue un viejo compañero en Religión Digital y hoy continúa su Blog en Infocatólica. En él acaba de dedicarme un simpático artículo, lleno de sentido común y eclesial como todos los suyos, puntualizando el que escribí reclamando obispos simpáticos.

Pues, ¿qué le voy a contestar? Que me rindo. Me ha convencido. No me expresé bien. Hasta las narices de obispos muermos, esaboríos, tocapelotas, cojotímidos, fotofóbicos, despotillas, ausentes, etc., los reclamaba simpáticos. Término ambiguo, subjetivo y polivalente. Que sean buenos obispos y ya vale. Con ello tendrán el respeto y el amor de su clero y de sus fieles. Si además caen simpáticos, mejor. Aunque sigo pensando que muermos, esaboríos, etc. no serán buenos obispos. Y los aquejados de esas "poco simpáticas" cualidades deberían hacer un esfuerzo por prescindir de ellas.

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