Es inútil que sigáis perdiendo el tiempo.

Que os revienta el Blog es evidente. Pero, chiquitos, ajo y agua. Porque vuestros pataleos no sirven de nada. Ni yo os hago el menor caso ni los lectores os siguen. Es más, siguen aumentando.

Por mucho que os jorobe a los jorobados yo hablo de lo que me da la gana y como me da la gana. Y son lentejas. Si alguno piensa que voy a hablar de lo que él quiere y además como él quiere se lo debía hacer mirar. Porque es más tonto que Pichote. A mí no me gusta El País y por eso no lo leo. Pero tendría algún cable cruzado si me dedicara a escribir a ese periódico todos los días diciéndoles lo mal que lo hacen e indicándoles los temas a tratar y el modo de tratarlos. A la papelera todas mis cartas.

Este Blog es muy clarito. Todo el mundo ve enseguida de lo que va. Pues es así. Y al que no le guste que no lo siga o que se emberrinche siguiéndolo. Pero es evidente que cambiarlo no lo van a cambiar.

Y todavía menos con argumentaciones que indican una edad mental que no ha superado el uso de la razón. ¿Qué es eso de que todas las diócesis son iguales? Pues tan falso como que lo son todos los hombres. Una cosa es que todos tengan igual dignidad y otra que sean iguales. ¿Es igual el listo que el tonto? ¿El guapo que el feo? ¿El rico que el pobre? ¿El presidente de los Estados Unidos que un mendigo?

Cierto que las diócesis de Ciudad Rodrigo o Guadix son conjunto de fieles encomendada a un obispo y en eso son iguales a Madrid o Barcelona. Pero sólo en eso. Ni por el número de fieles, ni por el de sacerdotes, ni por los problemas de las mismas se parecen en nada. Ni se requieren las mismas capacidades para regir unas u otras. Como no es lo mismo regentar una humilde tienda en un pueblo que la General Motors. Y eso lo ve cualquiera salvo un retrasado mental.

LOo que no quiere decir que el obispo de una diócesis muy importante sea más santo o más inteligente que el que tiene encomendada una más humilde. El cardenal Vingt-Trois puede ser mucho más antipático, mucho peor persona y mucho menos piadoso que Don Atilano. Pero París es mucho más importante que Ciudad Rodrigo. Y su arzobispo muchísimo más conocido.

Pues eso tan sencillo es lo que quiero decir. Y lo entienden hasta los que dicen no entenderlo. Salvo algún chalado que piense que Ciudad Rodrigo es el ombligo del mundo. Y lo mismo vale cuando se utilizan palabras tomadas de la política para aludir a situaciones eclesiales. Claro que hay obispos de izquierdas y de derechas. En un sentido analógico. Que entiende todo el mundo. Hasta los niños.
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