A Jesús Bastante y a mí nos divierte pisarnos las noticias, rivalizar sobre nuestros cardenales informadores y luego echarnos unas risas sobre ello.
Creo que ambos nos conocemos el tema y tenemos buenas fuentes. Unas veces acierta uno y otras el otro. Y hay lectores que prefieren a Jesús y otros a mí. Ellos sabrán, o no, quien ha tenido más aciertos. Yo no llevo la cuenta.
Sobre el nuevo nuncio fue Jesús quien adelantó su nombre. Creo recordar que ese mismo día, unas horas después, yo lo confirmé. Y digo creo porque estoy en el corazón de la Galicia profunda, donde no llega el ADSL, o como se llame eso, estoy conectado al teléfono fijo y tardo muchos minutos en localizar cualquier artículo. A coste de conferencia que naturalmente pago yo.
Religión Digital no da precisamente muchas facilidades a sus colaboradores. Por supuesto que gratuitos. Al menos yo.
Ayer yo no pretendí apuntarme la menor medalla descubriendo el nombre de un nuncio que ya estaba en boca de muchos. Sólo dije, y en eso no se me adelantó nadie, que hoy se confirmaría la noticia. Salvo que en la Nunciatura, donde cabrean muchísimo mis pisadas, decidan demorarla. A las doce lo veremos. Pues eso es todo. No hay el menor motivo para polemizar con nadie. Y menos con Bastante. Con quien seguro que en septiembre seguiré echando risas.