Un grupo de seglares ha solicitado al obispo de Cádiz la celebración de la Santa Misa según el modo extraordinario y Don Antonio Ceballos ha dispuesto que se celebre todos los domingos y días de precepto en una iglesia céntrica y en una hora magnífica, las 13.30.
Y ha designado al sacerdote que va a celebrarla. Eso es secundar el Motu proprio y lo demás monsergas. No se salió con la estupidez de pídanselo a un párroco, a mí que me cuentan, léanse el Motu y demás zarandajas.
¿Ha quedado algún otro obispo en muy mal lugar? Me confirmo en ello.
Ahora ya es cuestión de los gaditanos que quieran esa misa asistir a ella. Y yo de eso no hago la menor propaganda. Me parecen absolutamente válidas y santas las dos siempre que se celebren dignamente. ¿Qué son un pequeño grupito que se siente mejor espiritualmente oyéndola de ese modo? Pues muy bien. Seguro que en la diócesis se celebran misas con escasa asistencia. ¿Qué llenan la iglesia? Pues también muy bien.
Don Antonio hizo lo que debía. Valientemente. Le felicito de todo corazón.