Me parece excesivo.
Don Adolfo cumplió ayer, festividad de San Antonioi María Zaccaría, doce años de obispo. Años desiguales. Pésimos en Ávila, hasta el extremo de que no se ha atrevido a volver a poner allí sus episcopales pies, y manifiestamente mejorables los almerienses. Sin duda el 5 de julio es un día señalado en su vida. Y lo quiere celebrar hoy, festividad de Santa María Goretti, junto a sus sacerdotes. Poceros incluidos. ¿Antipoceros excluidos? Pues nada que objetar. Que lo celebren con aprovechamiento espiritual y disfrute material.
Resulta excesivo que Ecclesia se haga eco de cada aniversario de la ordenación episcopal de cada obispo. Lo celebre éste o no con un festolín. Bodas de plata, de oro si en alguno llegan, es normal que se consignen. Pero ya el doce aniversario, el veintidós o el treinta y cuatro tienen escaso sentido. Además, teniendo en cuenta que hay en España más de cien obispos vivos, ese acontecimiento se produce más o menos dos veces por semana en alguno de ellos. Y de ninguno se anuncia.
Pero ya que me han advertido de tan magno día para Don Adolfo, obispo que tanto me quiere, que no le falte hoy mi calurosa felicitación.