En qué Dios creemos los cristianos (20.11.16)

“Si eres Hijo de Dios y rey de los judíos, baja de la cruz y sálvate a ti mismo”


1 Solemos mirar la categoría de las personas por el puesto elevado que ocupan; cuanto más alto, son más respetables. En esa visión, nos imaginamos a Dios en la cúspide, como el todopoderoso que domina controla e interviene cuando le parece. Pero entonces ¿cómo es posible que Jesucristo, a quien confesamos el Hijo de Dios, sea crucificado injustamente y hoy la Iglesia lo proponga como rey universal?

2. En la oración de los salmos el pueblo desea la llegada de un rey que no sea opresor, que no imponga su voluntad por la fuerza, que haga justicia defendiendo al pobre y al indigente los pobres, que rescate sus vidas de la violencia. En tiempo de Jesús ese rey ideal seguía siendo un símbolo de esperanza, Según el evangelio, cuando Jesús multiplicó los panes la gente quiso proclamarle como el rey esperado, pero Jesús se retiró; no entendían su mensaje. No actuaba movido por ambición o codicia, sino por la compasión al ver que las personas pasan hambre.

3. La conducta de Jesús que movido a compasión, pasó por el mundo curando heridas y proclamando que Dios es amor, sugiere una forma original : no en la lógica del poder que se impone por la fuerza, sino en la lógica del amor que sirve sin esperar nada a cambio. Son las dos lógicas que vemos en el evangelio de hoy. Una es la lógica del poder que respiran tanto las autoridades judías como los soldados romanos e incluso un malhechor: si eres elegido de Dios y rey de los judíos ¿por qué no bajas de la cruz? Pero el Crucificado muere inspirado por la lógica del amor; guarda silencio confiando en el “Abba” y promete a la víctima que busca liberación: “hoy estarás conmigo en el paraíso”
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