Escuchar es importante (17.7.16)

1. Siempre resulta muy humano ver cómo Jesús tenía sus amistades. Según el evangelio que hoy leemos, en Betania, pueblo cercano a Jerusalén, había una familia muy querida -Lázaro y sus dos hermanas- que visitaba de cuando en cuando. El evangelista evoca una de esas visitas para transmitir un mensaje muy orientador presentándonos un cuadro : “María, sentada a los pies de Jesús escuchaba su palabra, mientras su hermana Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio”


2. Frecuentemente la figura de Marta viene siendo presentada como prototipo de la mujer de acción ansiosa que tiene muchos peligros porque fácilmente se queda en la superficialidad. Mientras la figura de María es como ideal de las contemplativas que van a lo fundamental. Pero uno se pregunta: ¿no responderá esa interpretación a la dificultad de articular contemplación y acción que se han venido siendo con frecuencia como dos conductas opuestas e incluso contradictorias? ¿ Acaso puede haber una contemplación cristiana o encuentro personal con Jesucristo, sin un compromiso por ayudar los seres humanos? ¿cómo se puede calificar de cristiana una acción que se realiza sin clima contemplativo? El Maestro Eckhart, dominico del s.XIII, representante más profundo del misticismo alemán, da prioridad a la figura de Marta porque María escuchando se prepara en orden a servir a los demás como lo hace su hermana.

3. “Escucha, Israel” es una invitación central en la historia bíblica. Y Jesús de Nazaret declara felices a los que escuchan la Palabra cuya luz y fuerza entra suavemente y hace que la persona de fruto, como la tierra preparada por la lluvia para que brote la semilla. Después de tantos años predicando en cursos, conferencias, retiros y homilías, uno ve que hoy muchas personas, solas y heridas, ya no quieren más sermones. Lo único que piden, y que les ayuda en realidad, es ser escuchadas con atención. Sólo así se sienten valoradas, pueden recuperar la autoestima, y recibir ánimos para seguir adelante. Cuando los sofisticados medios de comunicación invaden en nuestras vidas irreverentemente con palabras e imágenes que ni siquiera respetan nuestra intimidad, escuchar a las personas con talante contemplativo de amor y respeto, puede ser medicina muy eficaz.
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