"El que cree en mi, aunque muera, vivirá"

1. La resurrección de Lazaro es sin duda el signo más importante que nos ofrece el evangelio de Juan. El sueño era en aquella sociedad judía el símbolo de la muerte. Al recibir la noticia, Jesús no actúa inmediatamente. El evangelista quiere dejar claro que se trata de una muerte real; la sepultura era como el certificado de defunción; había pasado tres días del enterramiento y el cadáver ya está en proceso de descomposición. El duelo ante la muerte es general: Marta y María, hermanas de Lázaro están desoladas, también quienes las acompañan. El mismo Jesús participa de este dolor y llora también. La muerte es un interrogante para todos. y la emotividad de sentimientos tiene su valor.

2. Marta es la primera que recibe a Jesús a la entrada del pueblo. Pero manifiesta su fe o confianza: “si hubieras estado aquí, mi hermano n habría muerto; pero sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará”. Marta representa a la humanidad que acoge y recibe. María, sintiéndose llamada por el Señor, sale de prisa y se echa a sus pies; representa a la humanidad que se deja acoger en el amor y la confianza.

3. Es bien significativo un detalle. Marta como los demás judíos piensa en la resurrección de su hermano al final de los tiempos. Pero Jesús le replica:”el que cree en mí, aunque muera vivirá, y el que cree en mí no morirá para siempre”. Creer en Jesús es seguir su conducta, abrirse a la presencia del Dios de la vida en quien habitamos, participar su misma vida contra la cual no puede la muerte. Jesús quiere desatar esa fe confianza que nos da la vida de Dios participada por nosotros. En esa experiencia de la fe quita losa del sepulcro, y el muerto se levanta vivo. La muerte ha quedado vencida la vida realizada con amor, siguiendo ls conducta de Jesús, es más fuerte que la muerte