¿Ha fracasado la huelga general?
Es verdad que la clase obrera como fuerza social que podría cambiar la organización injusta de la sociedad -fue sueño de Carlos Marx- ha quedado bastante diluida en parte porque ha sido sutilmente domesticada por la ideología nefasta del neoliberalismo económico. Pero sigue ahi el “lumpen”,los exluidos socialmente, la población de los indefensos,hundida por una crisis que ha provocado la codicia insaciable de los poderosos ¿Quién puede negar la legitimidad de que ésta población hundida manifieste su descontento saliendo ordenadamente a la calle?
Antes ya de la huelga general se magnificaban los desmanes que podrían hacer piquetes encargados en el desarrollo de la misma. Pero ¿ por qué los medios de comunicación que tienen tanto poder, no denuncian también los desmanes cometidos por una economía desbocada que no admite regulación ética y somete a los gobiernos de cualquier signo político?
No es cuestión ahora de lanzar sólo juicios negativos sobre el funcionamiento de los sindicatos. Ciertamente no están exentos de la corrupción en complicidad con el “pensamiento único” del sistema económico que hoy mundialmente se ha impuesto. Pero es muy fácil despacharnos diciendo que los sindicaos ya son algo del pasado. Todos conocemos que su inspiración original fue defender los derechos de los económicamente más débiles, y nadie puede negar que actualmente hay necesidad urgente de garantizar esos derechos.
Habrá que sanear el dinamismo de los sindicatos y adaptar sus estrategias a las nuevas situaciones. Pero si los sindicatos desaparecen ¿qué mediación política queda para defender a los excluidos en un sistema económico sordo y mudo ante la voz de las víctimas?