¿Qué sentido damos a nuestra vida? (22.2.15)

Según el evangelio, a Jesús de Nazaret ”El Espíritu le impulsó al desierto". Cuaresma es el tiempo en que a cada uno se hace esta invitación.

1. El interrogante de fondo en la existencia humana: ¿hay una razón que dé consistencia y sentido a todos nuestros pasos? Cuando los medios de comunicación nos atolondran con propuestas de todo tipo que se suceden sin parar, la pregunta es más acuciante si no queremos ser marionetas movidas por hilos ajenos. Las instituciones sociales y eclesiales ya no dispensan de que cada uno decidamos por nosotros mismos sobre el sentido que deseamos dar a nuestra propia vida. Cuaresma es tiempo adecuado para pensar en esa decisión.

2.Jesús de Nazarét fue llevado al desierto por el Espíritu. El verbo griego se puede traducir también: “fue arrastrado”, “fue lanzado”. Espíritu es el aliento de Dios que desde dentro de nosotros mismos nos llama e impulsa para que vayamos al “desierto”, símbolo de la soledad fundamental que nos constituye. Ahí, en el desierto de nuestra soledad, podemos preguntarnos por el sentido de nuestra existencia y encontrarnos con ese Dios que es amor y da sentido a nuestra vida. Como Adán en el paraíso Jesús se relaciona con las demás criaturas y es “ servido por ángeles”; recibe de Dios mismo el alimento para vivir. Tuvo ante sí la posibilidad de aceptar o de rechazar esa vocación. Según el evangelio, aceptó esa vocación, “no pretendió ser igual a Dios”. Esa pretensión fue y sigue siendo la tentación de la humanidad, Adán y Eva, que hoy somos nosotros.

3.El desierto es marco simbólico de la cuaresma. Tiempo de silencio y soledad. Lugar para caer en la cuenta de las cosas esenciales que dan sentido a nuestra existencia. De la escucha y del silencio. Del encuentro tú a tú con ese Dios amor que nos habita o mejor en quien habitamos. Si nos abrimos a su presencia de amor, caminaremos libres de los falsos absolutos que cada día nos tientan, y nuestros desiertos existenciales se convertirán en un jardín donde florezca de nuevo la esperanza. La liturgia cuaresmal celebra el significado de la Cuaresma: “Este es el día del Señor, este es el tiempo de la misericordia”
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