Lo del libro de Pagola es ya cuestión de pasar página y caridad
Reconozco que me he sentido reconfortado esta mañana con el artículo que el escriturista, Rafael Aguirre, ha publicado en El Correo, en relación al libro de Pagola:
Escribe Aguirre en la conclusión; "Un libro de estas características requiere una lectura flexible, que no aísle una afirmación del conjunto y no pierda de vista el hilo conductor de la obra. En el prólogo de su libro sobre Jesús, Ratzinger-Benedicto XVI reconoce que su obra es discutible y añade: «Sólo pido a los lectores y lectoras una actitud de simpatía sin la cual no es posible la comprensión». La Nota de la Comisión episcopal, además de sus notables carencias intelectuales, refleja una lectura carente de la mínima empatía con el texto, de la voluntad de entenderlo positivamente, y así se explica que a la flojedad intelectual se una la injusticia en sus valoraciones". (La negrita es mía).
Pues eso, lo sabía, pero el respeto a los especialistas me hizo esperar un juicio más fundamentado. Claro que hay más voces que una en la investigación bíblica, faltaría más, pero ésta, la de Aguirre, y con su estilo propio, la de Pagola, representa una posición teológica y eclesial perfectamente legítima. Vamos a salvar la caridad entre todos, pero no podemos callar sobre "la verdad de la investigación histórico-crítica sobre Jesús", por más limitada que ésta sea en cada expresión particular.La de Aguirre lo es, y la de Pagola también; pero no se puede dejar de integrar en la fe esos logros, y hay que saber respetar la clase de indagación histórica o teológica en la que se mueve un libro. Supose que en la Nota no se lograba respetar este principio metodológico fundamental, y parece que se confirma. No quiero suponer más.
Así que la cuestión, para mí, queda ya así. La Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, tras analizar el libro de Pagola, ha creído necesario recordar cuál es la fe de la Iglesia. Y lo ha hecho con las formulaciones del Catecismo de la Iglesia Católica. He escrito que esto es legítimo, por más que esa óptica me parezca un modo incorrecto de considerar una obra de aproximación histórica a Jesús. ¿Era necesario pastoral y doctrinalmente? Yo creo que no. Si el autor estaba dispuesto a introducir las advertencias que fuesen necesarias para mejor situar la intención general de su obra, atendiendo así las preocupaciones y temores del magisterio, el objetivo estaba cumplido. De hecho, estos cambios en su obra, (ignoro cuáles), le honran al autor. La prudencia y el afecto a la Iglesia le hacen acoger esta solución.
Así que, a mi juicio, es la hora de la caridad de todos con todos. No se trata de "pelillos a la mar", sino de algo mucho más serio. Los Obispos y su ministerio de enseñanza y comunión, merecen nuestra caridad. Hay un cierto silencio en torno al libro de Pagola, sí, pero también en torno a la Nota, ¿o no? Por algo será. Así que la caridad se traduce en cuanto a la Nota, en silencio. Es el pasado. Es muy común en la Iglesia. Si algo no convence, se aprende de lo que advierte, y "silencio". Yo añado, "es el pasado". Silencio, y respeto para las personas. Queda bastante claro, para quien lo quiere ver. Así, que ahora, silencio y "caridad". Y caridad también con Pagola. Se la merece y se la debe mucha gente que ha hablado de él. Lo he dicho mil veces. Las opiniones se pueden discutir hasta la saciedad. Las personas hay que respetarlas siempre. Las actitudes e intenciones, hay que suponerlas en todos "buenas". La mezcla de todo esto, es terrible y hace imposible el diálogo pastoral y humano.
Y caridad, por fin, entre quienes hemos debatido sobre esta cuestión. Perdón, por mi parte, si con alguno he estado desafortunado. Con Dios.
Escribe Aguirre en la conclusión; "Un libro de estas características requiere una lectura flexible, que no aísle una afirmación del conjunto y no pierda de vista el hilo conductor de la obra. En el prólogo de su libro sobre Jesús, Ratzinger-Benedicto XVI reconoce que su obra es discutible y añade: «Sólo pido a los lectores y lectoras una actitud de simpatía sin la cual no es posible la comprensión». La Nota de la Comisión episcopal, además de sus notables carencias intelectuales, refleja una lectura carente de la mínima empatía con el texto, de la voluntad de entenderlo positivamente, y así se explica que a la flojedad intelectual se una la injusticia en sus valoraciones". (La negrita es mía).
Pues eso, lo sabía, pero el respeto a los especialistas me hizo esperar un juicio más fundamentado. Claro que hay más voces que una en la investigación bíblica, faltaría más, pero ésta, la de Aguirre, y con su estilo propio, la de Pagola, representa una posición teológica y eclesial perfectamente legítima. Vamos a salvar la caridad entre todos, pero no podemos callar sobre "la verdad de la investigación histórico-crítica sobre Jesús", por más limitada que ésta sea en cada expresión particular.La de Aguirre lo es, y la de Pagola también; pero no se puede dejar de integrar en la fe esos logros, y hay que saber respetar la clase de indagación histórica o teológica en la que se mueve un libro. Supose que en la Nota no se lograba respetar este principio metodológico fundamental, y parece que se confirma. No quiero suponer más.
Así que la cuestión, para mí, queda ya así. La Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, tras analizar el libro de Pagola, ha creído necesario recordar cuál es la fe de la Iglesia. Y lo ha hecho con las formulaciones del Catecismo de la Iglesia Católica. He escrito que esto es legítimo, por más que esa óptica me parezca un modo incorrecto de considerar una obra de aproximación histórica a Jesús. ¿Era necesario pastoral y doctrinalmente? Yo creo que no. Si el autor estaba dispuesto a introducir las advertencias que fuesen necesarias para mejor situar la intención general de su obra, atendiendo así las preocupaciones y temores del magisterio, el objetivo estaba cumplido. De hecho, estos cambios en su obra, (ignoro cuáles), le honran al autor. La prudencia y el afecto a la Iglesia le hacen acoger esta solución.
Así que, a mi juicio, es la hora de la caridad de todos con todos. No se trata de "pelillos a la mar", sino de algo mucho más serio. Los Obispos y su ministerio de enseñanza y comunión, merecen nuestra caridad. Hay un cierto silencio en torno al libro de Pagola, sí, pero también en torno a la Nota, ¿o no? Por algo será. Así que la caridad se traduce en cuanto a la Nota, en silencio. Es el pasado. Es muy común en la Iglesia. Si algo no convence, se aprende de lo que advierte, y "silencio". Yo añado, "es el pasado". Silencio, y respeto para las personas. Queda bastante claro, para quien lo quiere ver. Así, que ahora, silencio y "caridad". Y caridad también con Pagola. Se la merece y se la debe mucha gente que ha hablado de él. Lo he dicho mil veces. Las opiniones se pueden discutir hasta la saciedad. Las personas hay que respetarlas siempre. Las actitudes e intenciones, hay que suponerlas en todos "buenas". La mezcla de todo esto, es terrible y hace imposible el diálogo pastoral y humano.
Y caridad, por fin, entre quienes hemos debatido sobre esta cuestión. Perdón, por mi parte, si con alguno he estado desafortunado. Con Dios.