Creer, lo que se dice creer, solamente se puede creer en Dios

Dios

Siendo jóvenes estudiantes de teología, de cuando en cuando, el buen profesor Juan Alfaro –navarro para más señas- nos solía decir con una cierta ironía: “una clase que no lleve un par de herejías, ni es clase, ni es teología”.

Me aplico a mí mismo ese “principio” para la homilía de hoy acerca del misterio de Dios.

  1. Trinidad inmanente / Trinidad económica

Karl Rahner (1904-1984) ante el misterio de Dios, ante la Trinidad de Dios hacía esta distinción: Dios es Trinidad inmanente y Trinidad económica.

La Trinidad inmanente es Dios en sí (ad intra).

¿Qué es Dios en sí? No sabemos. Lo que Dios sea en sí mismo lo desconocemos porque nadie ha visto a Dios (Jn 1,18).

Vivimos abiertos al misterio, pero desconocemos lo que Dios sea en sí, si bien vivimos con la mirada puesta en el horizonte infinito.

Por otra parte -distinguía Rahner- lo que sí podemos es ver y gozar de la Trinidad económica. ¿Y qué es la Trinidad Económica? Pues lo que Dios ha hecho por nosotros. Y lo que Dios ha hecho por nosotros es amarnos y salvarnos. (Economía de la salvación)

Una sana actitud puede ser la del ciego curado en Jericó, agradecer la salvación de Dios por medio de Jesús. Quien me ve a mí, ve al Padre.

Con esfuerzo y gran confianza intuimos algo de Dios es a través de Jesús. Lo que sé es que veo, que estamos salvados.

Por Jesús sabemos que Dios es Padre, que nos ama  y nos salva. .

  1. JesuCristo: signo (sacramento) de Dios.

Allá por los años conciliares, 1962-65, y postconciliares conocimos y cultivamos la noción, la teología de “sacramento”. Incluso (E. Schillebeeckx, (1914-2009) publicó un hermoso libro: “Cristo sacramento del encuentro con Dios

¿Qué significa Sacramento?

Sacramento es una palabra compuesta por dos términos: sacro y mentum. Sacro es el mundo sagrado (lo más valioso de la existencia) y mentum significa: medio o instrumento.

Así pues, sacramento es un medio (un signo) por medio del cual llegamos a lo que más amamos en la vida.

Al mismo tiempo, sacramento es un signo sensible que realiza o tiende a realizar lo que significa.

  • ü Un signo sensible es el agua del bautismo, que limpia y da vida.
  • ü Signo sensible es el pan y el vino que significan alimento y sangre de redención.
  • ü Signo sensible es el óleo, el crisma (aceite) como símbolo mitad deportivo: preparación para la vida (confirmación), como ayuda para la agonía (lucha - enfermos), y también significa el buen perfume de Cristo.
  • ü Signo y sacramento del amor de Dios es el amor

Jesús fue hombre, por tanto un signo sensible: lo pudieron ver los que convivieron con él.

Jesús significa: Dios salva. Jesús tiende a realizar lo que significa: salvar. Dios nos salva por JesuCristo.

Jesús es sacramento, signo y presencia de la salvación de Dios.

Esta visión está muy presente en la tradición del evangelio de San Juan: quien me ve a mí, ve al Padre. (Jn 14,8-12).

Jesús es sacramento, signo (en el dogma decimos: hijo) de Dios.

  1. la iglesia como sacramento de Cristo

Ahora bien, Jesús ya vivió y “marchó” de nuestra historia. Y si queremos que Cristo no se pierda en el recuerdo de un personaje legendario, sino que, si queremos que Cristo siga hoy entre nosotros: Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin de los tiempos, alguien tiene que hacerle presente en el hoy de la historia. Ese -esos- “alguien” son la Iglesia.

La Iglesia no hemos de entenderla ni vivirla como mera jerarquía o curia romana, sino como comunidad de fe. La Iglesia es sacramento de Cristo a lo largo de la historia. Allí donde estéis dos o más reunidos en mi nombre, allí esto yo. (Mateo 18,20).

La Iglesia -la asamblea cristiana- es, pues, sacramento de Cristo y Cristo sacramento de Dios.

  1. Creer en Dios

        Es necesario creer para vivir, no para ser buenos o para pertenecer al sistema eclesiástico, sino para ser personas.

        La fe más que doctrina es confiar. Fiarse en la vida es absolutamente necesario para “mantenerse en pie”. No me refiero exactamente la fe cristiana, sino a vivir confiadamente. Sin una fe en algo o alguien, la vida carece de sentido, de meta, de horizonte y se torna inestable.

        La fe como interés último es el estado personal de experimentar una preocupación como última. La dinámica de la fe es la dinámica de la preocupación última del hombre.[1]

        No se puede creer, poner la confianza en cualquier realidad, persona o institución.

        En la vida utilizamos, pertenecemos a determinadas ideologías, ciencias, tecnologías, poder, etc., pero yo no creo en ninguna ideología o ideólogo, yo no pongo mi confianza absoluta en determinado político, científico o eclesiástico

Al final creer, lo que se dice creer, solamente se puede creer en Dios, creer en el misterio de la ultimidad bondadosa y acogedora de Dios, porque creo que solamente Dios dar sentido a la vida y salvarnos

Dios porque es el horizonte y el misterio de nuestra salvación.

Solamente Dios puede salvarnos.

[1]  TILLICH, P. Dinámica de la Fe, Buenos Aires, Ed Aurora, 1976, 7.

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