¿QUÉ ÉTICA CREA LA DEMOCRACIA?




01. NOTA PREVIA.
Normalmente la homilía suele ser un comentario a partir del Evangelio del día.
Así, a lo largo del año, muchos textos bíblicos del AT y también del NT, quedan de lado, pasamos de largo.
Hoy la homilía va a consistir en algunas breves consideraciones a partir de la primera lectura (Génesis) y del momento sociopolítico y cultural que estamos viviendo.
Son unas breves reflexiones sin ningún afán dogmático, mucho menos impositivo, sino más bien en un tono reflexivo. Echemos una “pensada” a la vida.


02. MOMENTO ACTUAL.
Hace unos días el nuevo presidente de gobierno español, Pedro Sánchez, juraba su cargo sobre la Constitución española, prescindiendo, eliminando todo símbolo religioso.
Es cierto que, desde la Revolución Francesa, finales del siglo XVIII, comienza una nueva etapa en la historia, en la sociedad al separarse Iglesia y estado, mundo laico y ámbito religioso. Gran parte de los estados son laicos y viven, gobiernan la sociedad desde el laicismo.

03. NO PERDAMOS SÍMBOLOS Y TRADICIONES.
Pero conviene no olvidar algunas cuestiones:

03.1 LOS PUEBLOS Y LAS SOCIEDADES TIENEN Y VIVEN DE SUS TRADICIONES Y SÍMBOLOS.
Todo pueblo y toda sociedad tienen una mundo cultural en el que vive y desde el que construyen su universo de sentido.
Un pueblo o una sociedad que olvida su pasado, su traditio, (tradición significa “lo que se nos entrega) está perdiendo mucho de sí mismo, de su identidad, de los criterios que han dado sentido a la vida de ese grupo humano.
No es bueno ni sano dinamitar, (cuando no reírse) de los propios símbolos y del propio pasado, de las tradiciones, etc.

03.2 LA PRIMERA REFLEXIÓN SOBRE LOS PROBLEMAS HUMANOS FUE RELIGIOSA.
La primera reflexión sobre las grandes cuestiones de la vida las hizo y la hace siempre el pensamiento religioso. K. Marx, el padre del marxismo, se dio cuenta de ello. (Más tarde vendrán las ciencias y aportarán nuevos y valiosos datos), pero las primeras respuestas las ofreció y las ofrece la religión.
¿De dónde viene y por qué existe el ser humano, la humanidad? ¿Qué está bien y que es malo (ética)? ¿Por qué el ser humano decide, elige, (libertad)?, ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Por qué la muerte?
La primera lectura de hoy (Génesis) responde -muy primitivamente si se quiere- pero responde a la cuestión ética, la libertad, etc. El paraíso, Adán y Eva, el árbol del bien y del mal son mitos, casi dibujos animados, pero llenos de sabiduría …
El libro de Job se plantea el problema del sentido de la vida, de la muerte, etc.

La primera reflexión es, pues, religiosa, mítica, filosófica.




04. LOS MANDAMIENTOS (PRINCIPIOS UNIVERSALES).
Los diez mandamientos de la tradición judeo-cristiana provienen del “Sinaí”. En última instancia provienen de Dios. (Otra cosa será cómo podemos entender que Dios pronuncia esos diez mandamientos y cómo los recogiera Moisés y el pueblo de Israel).
De los diez mandamientos, los tres primeros hacen referencia a Dios: 1 amarás a Dios, 2 El nombre de Dios, 3 Las fiestas. Pero los otros siete mandamientos son unos principios universales que están presentes de un modo otro en todos los pueblos y parlamento: 4 Familia, 5 No matar, 6 la sexualidad, 7 el dinero: no robarás, etc…
De manera que los principios éticos-religiosos son también profundamente humanos, laicales y cristianos.

05. DEMOCRACIA Y ÉTICA.
Hoy en día pretendemos resolverlo todo desde la democracia (y desde las ciencias). La democracia es una buena organización de la sociedad, de los pueblos.
Ahora bien, la democracia se ha convertido en el “sancta sanctorum” de la sociedad, de la ética. Los parlamentos son el “nuevo Sinaí” desde donde se pronuncian los nuevos decálogos (“10 mandamientos”) que correspondan.

Ahora bien, ¿la democracia, los parlamentos son capaces de sustentar una ética?
En mi opinión, no.
No todo lo que legislan y promulgan los parlamentos es justo y bueno. No todo lo legal es bueno y ético. (Por eso pueden llegar situaciones en las que uno se aplica aquello de los Hechos: hay que obedecer a Dios antes que a los hombres, (HH 4,19.20)
La ética en las democracias brota del número de escaños parlamentarios, de las ideologías. Pero la ética es algo más serio que todo eso y no surge ni de las patrias, ni del capital, ni del poder, ni de los votos, ni de las mayorías. Lo que se legisla en los parlamentos, que denominamos democráticos, está al servicio de los partidos, no del ser humano. Se podría decir algo semejante a lo que se puede decir de la abogacía: el abogado no defiende la verdad, sino a su cliente.
El sentido de la vida y de la muerte tampoco son cuestiones que aborden los parlamentos, pero tales problemas están ahí.

06. LA PROFUNDIDAD DEL SER HUMANO.
Las respuestas a las grandes cuestiones de la vida están en otros ámbitos más humanos y humanistas.
Habrá que bucear en la profundidad del ser humano, que allí esta Dios. Dios se humaniza en la hondura del ser humano.
La ética, el sentido de la vida, de la libertad, el horizonte absoluto brotan cuando se mira, cuando miramos la hondura del ser humano, ahí encontramos la grandeza y miseria, las capacidades y la debilidades, la fragilidad del hombre.
La vida, la educación, la felicidad, la libertad, la paz y la pacificación, la salud, la eutanasia, la educación de los niños y jóvenes, etc. son cuestiones más serias, hermosas e importantes como para dejarlas en manos de los parlamentos, de los políticos y del poder.
Muchas otras personas y pensamientos debieran, -no sé cómo-, pero debieran estar en la “construcción de la ciudad”: pensadores, poetas, místicos, educadores, filósofos, gente de la cultura, creyentes, gente de buena voluntad, etc…


Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares, (Salmo 138)
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