LA FE EN DIOS NO ES FANATISMO FUNDAMENTALISTA








01. A DIOS NADIE LE HA VISTO
A veces hablamos de Dios como si tuviésemos su teléfono móvil o cenáramos con él todos los días. Sin embargo el mismo Jesús dijo: a Dios nadie le ha visto, (1Jn 1,18 – 1Jn 4,12).



Todas las imágenes, lenguajes y conceptos sobre Dios son muy limitados, son aproximaciones, nostalgias de Dios, porque Dios no cabe en nuestra cabeza, mentalidad, en nuestra ideología, en nuestro pensamiento.
Nosotros vivimos a la orilla de la infinitud de Dios, pero es un océano inmenso que no cabe en nuestra limitada y pobre mente.

02. LA FE ES UN ACTO INTELECTUALMENTE OSCURO.
Nuestra fe en Dios es un acto intelectualmente oscuro, pero existencialmente abierto, siempre oteando el horizonte absoluto.


Decimos muchas cosas nobles acerca de Dios nuestro: Dios de la vida, Sentido de la vida, Horizonte y camino, pero nunca acabamos de “decir completamente” Dios. Eres el incomprensible para nosotros. Y mejor que así seas, porque si te comprendiera, te abarcaría y estarías “bajo mi dominio” y te manipularía como ocurre en religiones e iglesias.
Tu infinitud es la liberación de nuestra finitud y tu infinitud no cabe en nuestra limitación. Deus Semper maior.







02. DIOS EN SÍ MISMO Y DIOS HACIA NOSOTROS.

K. Rahner hizo una distinción acerca de nuestra comprensión de Dios que puede darnos un poco de luz, al mismo tiempo que liberarnos de la eterna tendencia al fanatismo.
La distinción es: por una parte “Dios, la Trinidad inmanente” y, por otra, “Dios, la Trinidad económica”.
o De lo que “Dios sea en sí mismo” (TRINIDAD INMANENTE) no sabemos ni palabra. El silencio y la contemplación serían el mejor lenguaje para “acercarnos" e Dios en sí.

o Ahora bien, lo que sí sabemos es lo que Dios ha hecho por nosotros (TRINIDAD ECONÓMICA): y lo que Dios ha hecho por nosotros es darnos vida y salvarnos. Dios es amor, (1Jn 4,8).

Lo malo de la teología occidental es que ha discurrido casi exclusivamente por la abstracción, por lo que pudiera ser Dios y se ha olvidado la historia de la salvación: el Dios que entra en nuestra historia para crearnos y salvarnos.








03. FUNDAMENTALISMOS FANÁTICOS
No es sano confundir la verdad con lo que decimos de Dios (o de otras realidades de la vida). Tengamos cuidado con sentirnos en posesión de la verdad, de las costumbres, de los ritos, de las tradiciones, porque si nos creemos en posesión de la verdad, terminaremos en el fanatismo fundamentalista.



Podemos emplear y crear dogmas, formulaciones que nos aproximen a Dios, a la verdad. Eso ya lo decía el pensamiento clásico fides quaerens intellectum: la fe busca siempre una mejor comprensión y una mejor formulación. Pero el ser humano no posee la verdad ni ninguna formulación es el absoluto de la verdad.


Creerse en posesión de la verdad es tocar a vísperas de fanatismos fundamentalistas
, sea en las diversas religiones, ideologías o posiciones culturales.


Siempre el fanatismo ha estado presente en la historia de la humanidad, hoy en día lo estamos padeciendo con demasiada frecuencia.



El fanático no cede ni un milímetro de lo que él cree que es la verdad y son los demás quienes están equivocados y quienes han de cambiar. Es muy peligroso sentirse en posesión de la verdad, porque el fanático está dispuesto a matar, si el otro no cambia (y hay muchas formas de muerte).
Dios nos libre de quienes se sienten en posesión de la verdad.

04. DIOS SE EXPRESA EN JESÚS.



Nuestro Dios es el Dios de N. S. JesuCristo.
La experiencia y lo que Jesús nos transmite de Dios, es que es Padre, su y nuestro Padre, que nos ama a todos. Dios es amor. El Dios de Jesús es el amor mismo. Dios es amor.
El fanático siente miedo y vive desde un miedo profundo. El cristiano vive desde el amor. Quien ama, quien tiene experiencia de amar y ser amado, no será fanático ni fundamentalista.

Es natural que busquemos a Dios a través de la razón, de los grandes pensadores de la historia: las cinco vías de Santo Tomás, el argumento de San Anselmo, etc. pero solamente en el amor encontraremos al Dios de Jesús.


El amor te quiere, nos quiere tal cual somos. El amor no necesita explicaciones, ni religiones, ni pasaportes. Para entender por qué una madre quiere a sus hijos, o para comprender por qué dos jóvenes se aman, o para comprender cómo nos ama Dios, no hace falta mucha filosofía ni teología. El amor no necesita explicaciones y por eso Dios nos conoce y le “conocemos” de otro modo al meramente intelectual. La incomprensibilidad de Dios se comprende en el amor. Donde hay amor, allí está Dios y se nos hace presente. No sé si Dios está donde hay dogmas y leyes, ritos y tradiciones, pero desde luego donde está es en quienes se aman. Ubi charitas et amor, Deus ibi est. Donde hay caridad y amor, allí está Dios.
Dios se nos acerca en JesuCristo no tanto para “hablarnos” sino para querernos y salvarnos. La palabra de Dios es amor y salvación.
En tiempos de inquisiciones dogmáticas e intransigencias fanáticas de todo tipo, en medio de nuestras noches oscuras de la fe, basta que pensemos y disfrutemos de que Dios nos quiere y nos salva.


DIOS ES UNA NOSTALGIA INFINITA DE AMOR Y SALVACIÓN.









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