NO ERA GRIPE, SINO ANSIAS DE PODER





01. DE LA SINAGOGA A CASA DE PEDRO.
Este sencillo relato de la curación de la suegra de Pedro, es de una clara coloración y significado eclesial.
Jesús sale de la sinagoga y va a la casa de Pedro. No se trata de salir del edificio de la sinagoga, atravesar la plaza y entrar en una casa. Jesús sale, se marcha del viejo sistema del AT, de la sinagoga, etc., y “va” a casa de Pedro, a la Iglesia naciente. Jesús pasa del mundo judío a la comunidad eclesial, significada en la casa de Pedro, en su familia y los discípulos. (En los comienzos la iglesia, la comunidad eclesial se reunía en las casas, eran iglesias domésticas). Del AT al NT, de la ley a la libertad, de la fiebre de poder al servicio.

02. PEOR EL REMEDIO QUE LA ENFERMEDAD.
En este texto, la familia de Pedro es un retazo del comienzo de la comunidad cristiana, de la Iglesia. Jesús se encuentra entre los suyos, incluso con los más íntimos: Pedro, Santiago y Juan. Pero resulta que los suyos, la familia, la suegra de Pedro, los discípulos tienen fiebre, en griego: fuego: (piresousa: pirotecnia, pirómano, pirograbado). No es que hubiera una epidemia de gripe, sino que había fiebre de poder.

El fuego, la fiebre de aquel grupo, concretada en la suegra de Pedro es de la fiebre, el ansia de poder. Parte del grupo de Jesús tenía ansiedad incluso violenta de poder. Había que expulsar a los romanos de Israel como fuere. El zelotismo (movimiento radical y violento) pretendía ocupar las primeras carteras del futuro e inmediato Reino o gobierno que Jesús iba a instaurar. Entre Los discípulos de Jesús había zelotas. La familia de Pedro sentía ganas de mandar.
Pero lo de Jesús no es el poder, ni instaurar un sistema religioso de poder que violara las conciencias. Tampoco es un asunto racial, nacional. Mi Reino no es a golpe de talonario o de escaños parlamentarios, ni de poder eclesiástico.

03. LA SUEGRA DE PEDRO.
La suegra de Pedro, el grupo eclesial pasan de tener fiebre, ansia de poder, a servir. Y el poder es algo con lo que Jesús no puede:
Los príncipes de este mundo tiranizan y oprimen a los suyos, entre vosotros no ha de ser así, sino que quiere quiera ser el primero, que se haga servidor de todos / pues el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida. (Mc 10,45; 9,33).
Una mujer, judía (cultura judía), ya mayor y suegra es la primera persona que encarna y da testimonio del Espíritu de Jesús: el servicio.
Con toda normalidad, Jesús va a casa de Pedro, se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Gestos familiares, espontáneos. Jesús no hace ningún rito, ningún exorcismo. Simplemente Jesús la toma de la mano y aquella mujer “resucita”, se levanta. La que estaba postrada por la fiebre, el ansia de poder, queda totalmente curada está en condiciones de servir la comida festiva del sábado. Se puso a servirles: señal evidente de su total curación.

04. LEVANTAR: RESUCITAR.
El pobre Job (1ª lectura) se encuentra desesperado por el abandono de Dios, por la enfermedad y la marginación. Job se angustia: la noche se alarga ¿cuándo me levantaré?
La suegra de Pedro estaba también postrada por el fuego del poder. Jesús la cura y la levanta. La expresión griega para hablar de esta curación (y de otras) es: levantar, que es una de las dos palabras que usa el NT para hablar de resurrección.
Cuando Jesús cura-resucita a la hija de Jairo, la levanta, (Mc 5,41)
Jesús “levanta” a un niño endemoniado (Mc 9,36).
Dios levantó (resucitó) a Jesús de la muerte (Rom 10,9)
“Levantar” es una de las expresiones que el NT emplea para expresar la resurrección de JesuCristo.
Cuando uno se encuentra con Cristo (con Dios) recupera la dignidad, la vida personal. Los paralíticos, los ciegos, etc. dicen que levantándose le seguían por el camino.
¿No es una resurrección cuando una persona se levanta de su depresión, de su drogadicción, o cuando se cura de raíz una vieja ruptura familiar o personal enquistada? ¿No fue una resurrección la del hijo perdido cuando se levantó y volvió a casa? Este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida. Lázaro resucitó, se levantó.
Cuando nos encontramos postrados, abatidos, muertos como el hijo menor, Cristo nos devuelve a la vida.


05. LA IGLESIA ÁMBITO DE CERCANÍA, CURACIÓN Y SERVICIO.
La Iglesia necesita -necesitamos- levantarse: resucitar, espabilar y servir. Hemos de dejarse de tanta fiebre de poder: círculos, ámbitos, cargos, títulos, nombramientos, signos y símbolos de poder y mostrar cercanía, levantar y servir a los pobres a los heridos. La Iglesia ha de pasar del AT a la comunidad del lavatorio de los pies, a curar heridas y a servir.




En la tradición de San Juan, en la última cena Jesús se levantó, se quitó el manto de Señor, se ciñó la toalla de esclavo y se puso a lavar los pies de sus discípulos. El lavatorio de los pies, la actitud de servicio es un momento fundacional de la Iglesia.
La preocupación eclesial del papa Francisco no es la doctrina ni la ultraortodoxia, sino ser a los más débiles y pobres, a los refugiados, a los que intentan pasar en pateras.
¿Cuál es nuestra actitud cristiana?
LA SUEGRA DE PEDRO, LEVANTÁNDOSE, SERVÍA A LA COMUNIDAD


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