Noble actitud: sentir compasión

Compasión

  1. Venid a un sitio tranquilo a descansar un poco…

        Los apóstoles vuelven cansados de las tareas misionales.

        Jesús les dice: venid a descansar a un sitio tranquilo…

Pero no se trata de un descanso tipo vacaciones del capitalismo. Eso se llama turismo o cosa parecida.

El descanso de Jesús es vivir en paz y en calma. Se trata de descanso y serenidad personal.

El descanso de Jesús es interior, es el estar con él, que meditábamos el pasado domingo.

El capitalismo nos programa los cansancios para programarnos las vacaciones. Y las vacaciones son como los “sanfermines”. Lanzan el cohete y todo el mundo sale disparado en un vuelo low cost hacia la playa de moda o hacia un país más o menos exótico…

Viktor Frankl criticaba este tipo de “kilometradas” como una ansiedad neurótica que no descansa el espíritu, la psicología, ni el espíritu humano.

Algo de esto podemos observar también en la vida pastoral de la iglesia. La vida pastoral se ha convertido en un activismo litúrgico ritual, pero sin calma, sin presencia. Según me parece, es preferible que un cura este en una y no en cinco  parroquias, y que esté presente (pastoral de presencia) en un pueblo atendiendo a los enfermos, a los niños, a los ancianos, etc… a que esté de “Herodes a Pilatos” celebrando misas. Mejor estar en calma, descansado en una comunidad, que no convertirse en trasportes litúrgicos en varias parroquias, sin estar en ninguna…

Estemos tranquilos y con serenidad en la vida:  tengamos descanso interior…

El descanso nos viene de poner serenidad en nuestra vida, de “poner en orden las cosas”, la propia existencia. Descansar en alguien, en último término en Dios.

  1. El Buen Pastor

Las dos lecturas de hoy nos hablan de los pastores: de los falsos pastores y del Buen Pastor.

Es una imagen muy bíblica. Dios es el Pastor de Israel: El Señor es mi Pastor... dice el salmo 22. El Señor guía a su pueblo ... El buen Pastor apacienta, guía y lleva su rebaño hacia fuentes tranquilas, hacia verdes praderas. El evangelio de S Juan aplica esta  imagen a Jesús: Yo soy el Buen Pastor (Jn  10).

Es una noble tarea ser buenos pastores en la vida.

Los padres de familia y otros miembros de la familia sois buenos pastores. Un buen maestro, un médico vocacionado, algunos psicólogos competentes son buenos pastores. Algunas personas religiosas son también buenos pastores.

Sería muy noble también que políticos y sindicalistas, periodistas, medios de comunicación, juristas actuasen también guiando honradamente al pueblo y no tanto “asalariados” de los intereses de sus ideologías.

Jesús es buen Pastor que nos conoce y nos orienta en la vida. Estemos bien con Él y dejémonos guiar por Él.

  1. Sintió lástima.

        ¡Cuántas veces vemos en los evangelios que Jesús siente compasión, lástima de un enfermo, de quien sufre, de los marginados, del pueblo que vivía como ovejas sin pastor.

Jesús cuando ve aquellas gentes siente compasión de ellas porque, o no tenían pastores, o si los tenían era mejor que no los tuvieran: eran como un rebaño sin pastor... Y es que: todos los anteriores han sido salteadores y asalariados, (Jn 10, 8). Han sido cambistas y vendedores ...

Sentir lástima, compasión es una actitud muy noble en la vida.

Hoy en día da pena que los políticos anden a la greña por si reciben o no a unos emigrantes. Se ha cambiado la compasión por los intereses políticos.

En la mentalidad bíblica se da un gran respeto por el extranjero y emigrante:

no maltratarás ni oprimirás al extranjeros, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto, (Éxodo 22,21).

Políticos que hacen la guerra y otros muchos que fabrican, venden o regalan armamento son los pastores de hoy en día, los que “guían” hoy al pueblo. ¿No andaremos también nosotros como ovejas sin pastor?

Jesús siente lástima: se acerca siempre con misericordia y bondad al ser humano, al pueblo.

Jesús no le pidió “papeles” a la samaritana, que no era judía, ni al centurión romano, no consideró ilegal a nadie…

Jesús se acerca al ser humano no por su nacionalidad, ni por su rectitud moral, ni por su riqueza o prestigio social o político…

Jesús se acerca a nosotros, a las personas, con misericordia: siente lástima. Jesús no viene con leyes y mandatos, ordenando esto o aquello, Jesús nos mira con afecto, con el corazón. Jesús lo vive todo desde la compasión. Era su manera de ser.

Jesús no pasa de largo ante el dolor, el sufrimiento, se acerca, acoge, sana, perdona. Así fue vivido y recordado por las primeras generaciones cristianas.

La cercanía, la compasión, la bondad sanan, alivian el sufrimiento. Jesús sufre con nosotros.

Jesús es el buen Pastor, quien ama, guía y llega a dar la vida por sus ovejas, por los suyos...

  1. ¿Nos sentimos queridos y guiados por el Buen Pastor?

        Es sanante y cristiano sentirnos no despreciados, ni abandonados, mucho menos condenados, sino acompañados por el Buen Pastor.

        Así podremos transmitir también a los demás, a las gentes sencillas, la bondad de Dios.

        A veces pensamos que la gente se ha marchado de la iglesia por cuestiones doctrinales, ¿No será que en la Iglesia no se percibe la compasión y la misericordia de Dios.

Volver arriba