"Es un caminar en la verdad para ser libres" Confesar la verdad es confesar a Cristo
"Tengamos siempre cuidado de no dejarnos engañar cuando se ausenta la verdad porque no es la voz de Cristo, como buen pastor, la que quiere seducirnos"
"Solo quien vive en la verdad y se deja conducir en ella puede abrir o cerrar la puerta con la llave confiada"
| Fray Alfredo Quintero Campoy OdeM
"Sobre esta roca edificaré mi iglesia y los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella". Con esta expresión del Evangelista Mateo, se nos invita a poder siempre discernir para caminar en la verdad.
¿Dónde está la verdad ?
Dirá Jesús : soy Rey, para eso he venido al mundo para ser testigo de la verdad, quien es de la verdad escucha mi voz
La verdad la encontramos siempre en Cristo, que es camino, verdad y vida.
Los poderes del mal están siempre en ausencia de la verdad.
La gente que no ha vivido íntimamente con Jesús da opiniones diversas, alejados de la confesión de la verdad.
Tengamos siempre cuidado de no dejarnos engañar cuando se ausenta la verdad porque no es la voz de Cristo, como buen pastor, la que quiere seducirnos.
Así le pasa inmediatamente a Pedro, cuando Jesús les revela que el hijo de Dios tiene que padecer a manos de los hombres ser condenado, crucificado y muerto en la cruz; ante esta revelación Pedro dice: a ti no te puede pasar esto, y Cristo responde: aléjate de mi satanás porque tú no piensas según Dios sino según los hombres.
La voz de Dios es una voz en la verdad, esa es la principal exigencia para el discípulo de Jesús, para poder edificar la iglesia sólida en la verdad que es Cristo, para cerrar y abrir la puerta a quien quiere acceder; solo en la verdad se puede abrir esa puerta y se cierra cuando no se está en la verdad.
Pedro es el discípulo que sabe afirmar la verdad : tú eres el Mesías, el hijo de Dios!
Solo quien vive en la verdad y se deja conducir en ella puede abrir o cerrar la puerta con la llave confiada.
A Pedro se le confían esas llaves que tiene disponer para abrir o cerrar, para atar y desatar. Una tarea que tiene que realizar desde Cristo que es la verdad.
Es así que nosotros tenemos que caminar en el Espíritu Santo, quien nos conduce a la verdad plena.
Nuestra fe tiene que dejarse iluminar por la acción del Espíritu Santo, para llevarnos , como dice San Pablo en la segunda lectura de la carta a los Romanos, en sabiduría por los designios de Dios que son insondables y sus caminos inescrutables.
Cristo es esa puerta en la verdad; solo quien camina y vive en esa verdad podrá participar del Reino de Dios.
Por lo tanto podemos afirmar, que edificar la iglesia en Cristo, es edificarla en la verdad.
Se puede vivir siempre confiado cuando estamos en espacios de vida y de comunión en la verdad.
El Espíritu Santo como consolador y huésped del alma se deja sentir en su dulzura consoladora cuando nuestros pasos se van moviendo en la verdad.
Quien se aleja de la verdad, se aleja de Cristo y se le cierran las puertas de la vida en Cristo.
Por el contrario, quien se acerca siempre a la verdad y la vive, se abren las puertas de la vida en Cristo.
Es un caminar en la verdad para ser libres. Una libertad que es gozosa porque se vive en Cristo que nos ha redimido y liberado de todo el poder del mal.
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