"Hagamos crecer el amor, desde un perdón que sabe corregir con caridad" Perdón, corrección, el mal no lo vuelvas a cometer
"Qué importante entender lo decisiva que es nuestra forma de vivir en la tierra con mirada en el cielo"
"Corregir es ayudar a tomar conciencia, desde el amor, del mal que se hace y comprometerse para evitar hacer el mal"
"Se cierra el cielo desde la tierra cuando se deja de sembrar el amor, el perdón, la comprensión y la compasión en la tierra"
"Se cierra el cielo desde la tierra cuando se deja de sembrar el amor, el perdón, la comprensión y la compasión en la tierra"
| Fray Alfredo Quintero Campoy OdeM
El amor siempre nos invita a tomar conciencia en el mal qué hay que evitar y el bien qué hay que procurar.
Lo que se hace en la tierra queda atado en el cielo, nos recuerda el evangelio de Mateo de este domingo 23 del tiempo ordinario.
Qué importante entender lo decisiva que es nuestra forma de vivir en la tierra con mirada en el cielo.
La corrección desde el amor que hacen alusión los tres textos de este domingo es para entender que el cielo se nos dimensiona en la medida que el amor nos hace expandirnos en la tierra.
Falsamente muchos malvados piensan que con solo tener una devoción y un rezo conseguirán el cielo, cuando en realidad la maldad no tiene cabida en el cielo.
No nos engañemos en la maldad que nos domina, pensando que la fe bastará para entrar al cielo.La maldad no tiene espacio en el cielo.
Hay quien en su maldad se mueve sin importar la caridad al prójimo; no le importa al malvado el sufrimiento que causa haciendo sufrir, con todos los efectos oscuros que con ello lleva.
Por eso Jesús será muy claro en la corrección llena de caridad: a la mujer adúltera le pregunta : quién te ha condenado ? Ella contesta: nadie Señor; Jesús responde: tampoco yo te condeno, no lo vuelvas hacer.
Corregir es ayudar a tomar conciencia, desde el amor, del mal que se hace y comprometerse para evitar hacer el mal.
Es el amor el que nos invita a corregir y no sentirnos superiores a los demás, acusando con el dedo o juzgando al otro, sino que me duele ese mal que hago y busco corregir desde el amor; como ya lo dice Jesús: al que mucho se le perdona mucho ama.
El perdón va en miras de que crezca el amor, se nos abra el cielo, y entonces la oración de dos o tres juntos, no solo se hace fuerte, sino que cuenta con un cielo abierto, a donde sube rápidamente nuestra oración y desciende fácilmente la lluvia de bendiciones del cielo.
Se cierra el cielo desde la tierra cuando se deja de sembrar el amor, el perdón, la comprensión y la compasión en la tierra.
En un mundo violento, donde reina el odio, el desamor, el maltrato, hay quienes, estando inmiscuidos en estos males, todavía se ufanan de orar y creer falsamente que serán escuchados y bendecidos por Dios!
No, el cielo no hace click con los malvados.
Los malvados luego se unen a otros malvados y se hacen fuertes y acaban con mucho de lo bueno que se ha procurado hacer con esfuerzos, fatigas y sacrificios.
Tengamos cuidado, si queremos que descienda la bendición del cielo y que conecte nuestra realidad terrenal con el cielo, hagamos crecer el amor, desde un perdón que sabe corregir con caridad, buscando siempre el verdadero bien; empezando con la corrección personal.
Ya nos dice Jesús: antes de ver la paja en el ojo de tu hermano ve la viga que llevas en el tuyo.
Este principio de sabiduría nos conducirá con la fuerza del espíritu, del amor de Dios que sabe ver las posibilidades y limitaciones de cambio en cada uno y, se activa en este entendimiento la virtud de una paciencia que descansa en un amor que sabe esperar, como Dios es paciente con nosotros.
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