"Oportunistas salvapatrías" Señores de Vox, ¡qué vergüenza!
Una vez más, se ha vuelto a repetir y a demostrar. Los ‘muy patriotas’ de Vox han servido de conejillo de Indias para desgastar al PP
Lo que de verdad les importa a tan oportunistas salvapatrías es tocar las narices al PP. Lo que se busca, siempre que la ocasión se ponga a tiro, es meter la cabeza en liderazgo del centro derecha
Una vez más, se ha vuelto a repetir y a demostrar. Los ‘muy patriotas’ de Vox han servido de conejillo de Indias para desgastar al PP, hoy por hoy la única alternativa al Gobierno actual. Por muchas vueltas que le den, el pretexto utilizado por Vox es increíble.
Lo único cierto ha consistido en que ha salvado al gobierno social-comunista de una derrota segura en la convalidación del Decreto Ley para la regulación de la gestión de los fondos europeos. No le han importado en absoluto ni los insultos diarios ni las maniobras para echarle fuera de las instituciones, ni sus habituales soflamas contra este perverso y liberticida gobierno. Pelillos a la mar.
Lo que de verdad les importa a tan oportunistas salvapatrías es tocar las narices al PP. Lo que se busca, siempre que la ocasión se ponga a tiro, es meter la cabeza en liderazgo del centro derecha. Ahora a dar el ‘sorpasso’ al PP en las elecciones catalanas. Hay que tener más moral que el alcoyano para imaginar a Vox como formación de centro. ¿Quién se lo puede creer? ¿Quién se puede imaginar a Vox como ‘la derecha moderada y centrada’ y así eludir la permanente acusación de ser la ‘extrema derecha’? Desde luego, con actuaciones como la que glosamos, evidencian el acierto de la acusación.
Semejante visión de iluminados, no lo duden quienes con tanto fervor patriótico les apoyan, hará con toda seguridad que, por nefasta que sea su gestión, quién todos sabemos vuelva a ganar las futuras elecciones. Es una evidencia. Lo harán posible ustedes si persisten en apoyar, en los mismos términos y con las mismas fórmulas que hasta ahora, a la formación de resentidos y endiosados ‘prohombres’ de Vox, ‘mercaderes del miedo’ que diría Geert Mak.
En política, como en todo, hay que ser inteligentes. Ya debían haberlo aprendido de la izquierda. Como esto no les parecerá muy recomendable, les recuerdo la parábola del administrador infiel en cuyo relato evangélico el amo le alaba su conducta “pues los hijos de este mundo son más sagaces en el trato con los suyos que los hijos de la luz” (Lc 16, 8). ¡Ya lo creo! Y, ustedes sin enterarse. En estas cuestiones políticas, sobre todo, hay que ser posibilistas. Dejarse de simplezas y de palabras huecas, de soluciones de barra de bar, e impedir que te roben la cartera.
Para los de Vox, en su suprema ingenuidad, no podía dilatarse más en el tiempo la llegada de la financiación de la UE. Es necesaria, dicen, a los españoles. Sobre todo, a quienes se beneficien de ella. ¡Esta es otra! ¿Acaso se creen, señores de Vox, que Sánchez repartirá los fondos con equidad, justicia y proporcionalidad? ¿Acaso piensan que su criterio (el de Vox) será determinante para Sánchez? Pero ¿no vienen denunciando el trato desigual que prodiga este gobierno social-comunista por doquier? Hay que ser muy candoroso para funcionar con la idea según la cual, para entonces, ya se habrá operado en Sánchez e Iglesias una conversión igualitaria? ¡Apaga y vámonos!
Llevan razón en muchas de sus denuncias. Pero, esto no es lo que está en discusión. Ya lo hemos visto en la gestión de la pandemia. No cabe mayor ideologización política que la que ha inspirado a este gobierno, incluso cuando está por medio la vida de las personas. No es extraño, por tanto, que sus efectos dañinos de todo tipo –sanitarios, sociales y económicos- nos sitúen en la cola de los países europeos. Otra evidencia.
Pues bien, estas situaciones no se evitan sacándole al gobierno social-comunista las castañas del fuego. Se evitan haciendo posible que no vuelva a ganar las próximas elecciones. Tienen que cambiar de estrategia y repensar su actitud. Seguro que el PP también. Pero, la ocasión la pintan calva. Cuando se presenta, hay que aprovecharla. Desgastar a este gobierno, propiciando derrotas parlamentarias en temas trascendentes, es fundamental. Lo que no sea tener esto claro, se llama perder el tiempo, engañar a la gente y andar con paso cangrejil.