"Se patrimonializa la canonización, cuando un Papa canoniza al otro" Antonio Aradillas: "A la renovación de la Iglesia de Francisco le hace falta más presencia femenina"
(Jesús Bastante).- Antonio Aradillas viene a presentarnos su último libro: "Autobiografía soñada del Papa Francisco", de la que dice que no le ha costado esfuerzo ninguno escribirla, "porque estoy totalmente identificado con el Papa".
Desde la voz del Papa, Aradillas realiza una serie de críticas, como por ejemplo a la "especie de patrimonialización de la canonización, por la que un Papa canoniza al otro", o al propio sistema de elección del pontífice: "El cónclave es una treta para hacer pensar que hay una cierta democracia en la elección de los Papas", afirma el autor.
Cree necesario que tanto el Papa como los obispos renuncien, porque "nadie puede ser vitalicio", y defiende que "a la renovación de la Iglesia de la mano del Papa Francisco le hace falta más presencia femenina, pero una presencia femenina con todas sus consecuencias".
¿Cómo puede ser posible una autobiografía de Francisco no escrita por él?
Yo he hecho uso del género literario de la autobiografía en el sentido de que me he intentado meter de verdad en la piel del Papa. He intentado, escribiendo en primera persona del singular en presente del indicativo, describir a Francisco como Papa. Es decir, aprovechar los gestos y expresiones que está realizando como obispo de Roma, como si fuera una biografía que se escribe uno a sí mismo. Se trata de valerse de datos para describir la propia vida en sus distintos episodios. Así que éste ha sido el género literario que he utilizado, y no me ha costado esfuerzo ninguno porque estoy totalmente identificado con el Papa.
¿Tú como Papa hubieras elegido el nombre de Francisco?
Sí, porque después de haber leído bastante sobre la vida de San Francisco de Asís he llegado a la conclusión de que, en realidad, la identificación que se hace del Papa con la pobreza, encarnada en Francisco de Asís, es incompleta. Porque Francisco de Asís se distinguió principalmente por ser renovador, reformador de la Iglesia. Lo primero que soñó San Francisco de Asís fue que el monasterio de San Damián estaba a punto de derrumbarse, y en el sueño Dios le decía que lo reformara. Y San Francisco se puso a trabajar en ello. Inmediatamente después, Dios le habló en otro sueño de otra iglesita que también estaba a punto de derrumbarse. Y San Francisco intervino.
Entonces, llamado a una restauración renovadora, San Francisco sintió vocación de refundación de las iglesias. Se entrevistó con el Papa Inocencio III, pero él no quiso convertir en canónica la idea de Francisco de Asís. Y lo echó.
Pero resulta que luego el Papa tuvo un sueño en el cual vio que San Juan de Letrán estaba a punto de ser derruida. En su sueño aparecía un pobrecillo, y él lo identifico con el poverello de Asís. Entonces le llamó y le concedió toda clase de facilidades, con el fin de que aquella idea suya pudiera ser reconocida por la Iglesia, si no como orden religiosa, como algo similar.
Por tanto, la identificación vocacional del Papa con la idea de la reforma creo que emerge sobre cualquier otra idea, incluso sobre el mismo título de pobreza.
¿Cuáles serían las bases programáticas de tu pontificado?
En uno de los primeros capítulos, precisamente después de haber explicado por qué elegí el nombre de Francisco, me pongo en la voz del Papa para pedir que por favor no me canonicen. Que no me beatifiquen cuando me muera. ¿Por qué razón? Porque yo (el Papa) sé cómo se fraguan estas canonizaciones. No es que hable despectivamente ni dubitativamente de las canonizaciones, pero pienso que la mayor parte de ellas se deben a la euforia pseudoeclesiástica. Por otro lado, parece que hay ya una especie de patrimonialización de la canonización (un Papa canoniza al otro, uno tiene la seguridad de que el siguiente le va a canonizar a él...). De los últimos papas que hemos tenido, todos menos uno (que el pobrecito duró sólo 33 días) tienen ya iniciada una causa de beatificación o de canonización. Yo, como Papa, además me preguntaría de qué me van a hacer patrono. Imagínate que quieren hacer al Papa patrono de Argentina, menudo problema se plantearía... Además que eso implicaría que deberían investigar no sólo en las cosas florecidas de mi vida, sino también en mis miserias.
¿Otros elementos del programa?
Otra base que apuntaría, aunque muchos no estén de acuerdo, es que a la renovación de la Iglesia de la mano del Papa Francisco le hace falta más presencia femenina. Pero una presencia femenina con todas sus consecuencias. Presencia activa no es solamente poder dar la comunión. La mujer en la Iglesia necesita presencia consciente, exactamente igual que el hombre. La mitad de la Iglesia más uno, al igual que la humanidad, es mujer. Hoy las mujeres jóvenes están ausentes en la Iglesia, ya no son el devoto sexo femenino de antes, porque la Iglesia no les está dando las respuestas que sí está dando la medicina, la jurisprudencia, la cultura... todas las demás áreas de la vida. Hay algo que me intranquiliza mucho, y es que no pocos hombres me dicen "Bueno, Antonio, está bien lo que escribes y lo que defiendes de la mujer... pero por algo será si la misma Iglesia está prescindiendo hasta ahora de ellas".
La Iglesia no permite a las mujeres que sean sacerdote o cardenal, mientras que sin ir más lejos, en Madrid, hemos tenido presidenta, gobernadora, alcaldesa... ¿Por qué no, entonces, una cardenala? Sin embargo, ¡imagínate lo que significaría a día de hoy en cualquier pueblo que el sacerdote fuera mujer! Con la capacidad de posibilidades excepcionales que tendría, pastorales, de promoción... en todos los sentidos. Además de que es un ejemplo que hace falta clamar a grito limpio en la sociedad y en la Iglesia de la actualidad.
Otro capítulo importantísimo de ese programa es todo lo relacionado con el ecumenismo. Yo estoy estudiando estos temas, y las verdad es que estoy desolado al ver cómo están planteadas las cuestiones, y al comprobar que, a pesar de que este Papa está ya haciendo muchos signos realmente reveladores, estamos muy lejos del ecumenismo.
Cuando hace poco el Papa recibió al arzobispo del Westminster y a su mujer, uno enseguida comenzó a preguntarse y a investigar si habían hablado del ecumenismo. Pero el ecumenismo no termina en el plano estrictamente religioso, porque lo religioso se adentra y se encarna permanentemente en la vida. Por tanto, que el Papa le preguntara al arzobispo por sus hijos y sus nietos, también es ecumenismo. Lo religioso no se puede identificar ni muchísimo menos tan sólo con el culto.
Tal y como están las cosas, creo que el ecumenismo es imprescindible. La Iglesia católica concibe el ecumenismo desde un punto de vista y desde una exigencia religiosizada de que el resto de confesiones se unan. Sus concilios no son ecuménicos, son concilios católicos. Es un equívoco, y no sólo afecta al culto (a las formas externas), sino a diversos aspectos.
Hay que ser respetuoso con la historia, con las culturas de los pueblos... y habría que recibir como cristianos, con todas sus consecuencias, a los ortodoxos, a los mormones... a lo que sean.
¿Sobre qué tema versaría tu primera encíclica?
Sobre la mujer. Perdónenme, pero estoy totalmente obsesionado con el tema de la mujer, al cual me he dedicado mucho. Por ejemplo, al tema de los malos tratos (y no sólo esos que aparecen teñidos de rojo y de vergüenza en los titulares de los periódicos, sino los otros malos tratos, que se viven en la intimidad del matrimonio, sustentados en pseudos-argumentaciones bíblicas y teológicas. Cuando escribí el libro negro de la Iglesia como último bastión del machismo, investigué qué significaba la mujer en la Iglesia desde un punto de vista filosófico. Entonces acudí a un gran filósofo: el padre Suárez, jesuita del siglo XVII. Me encontré con unos manuales en latín de sus obras completas, y en el último de los tomos encontré que en el índice sistemático decía "mujer", y entre paréntesis advertía "véase pecado". Es decir, que la mujer se identificaba con el pecado desde un punto de vista filosófico. Imagínate la tragedia intelectual que significa esto: que el concepto de pecado emerja sobre el concepto de persona.
Y como Papa, ¿dimitirías?
Hombre, claro. Creo que es elemental, en el sentido de que nadie puede ser vitalicio. Hay palabras que ya no tienen sentido.
¿Infalible, por ejemplo?
Por supuesto. Cuando la palabra infalible se intentó traducir al alemán, se vio que tenía muchas concomitancias con "impecable". Y eso asustaba mucho.
Creo que, necesariamente, todos los obispos deberían renunciar antes de los 75 años. Porque un obispo con 75 años tiene 150 o más. Porque el sacerdote, como tal, nace viejo. no tiene familia, no se relaciona, no se tutea con la gente... La edad de una persona no se puede computar por los años que dice que tiene su Documento Nacional de Identidad. Así que, por favor, que los presbíteros se retiren.
De aquí en adelante ya no se será Papa para toda la vida, ad tempus. Ni siquiera párroco. ¿Qué hace un obispo en una diócesis más de 6 u 8 años? Deben jubilarse.
A mí me dan pena los obispos de España sobre todo, porque no pueden dejar de ser lo que son, porque han sido elegidos obispos metiendo en medio al Espíritu Santo, que se supone que interfiere. ¡Qué tendrá que ver el Espíritu Santo en esos nombramientos! Pero lo han hecho intervenir, y eso hace que ser obispo sea como una forma de ser y una forma de pensar, hasta sus últimas consecuencias. Por eso tienen que ser elegidos ad tempus. También se decía que los obispos tenían que estar identificados con su diócesis hasta que se murieran, porque eran indisolubles. Es todo muy conservador pero poco serio.
Es fundamental que intervenga más el pueblo de Dios. Que los canónigos desaparezcan ya, cuanto antes, porque no tienen ninguna razón de ser. Y que el pueblo de Dios no se entere del obispo que va a tener (y que ya está nombrado) por la prensa. Quien ha de regir al pueblo de Dios tiene que ser elegido. El pueblo de Dios tiene que intervenir de alguna manera.
¿Y debería el pueblo intervenir también en la elección del Papa, o está bien el sistema actual, en el que sólo los cardenales participan en el cónclave?
El cónclave es una treta para hacer pensar que hay una cierta democracia en la elección de los Papas. ¿Quién ha elegido a los cardenales, y en función de qué? Si fuera Papa, a mí me gustaría haber sido elegido (mientras no cambien más las cosas, que tienen que cambiar) por las Conferencias Episcopales. Porque entonces habría, al menos teóricamente, un principio de democracia.
Hay quienes dicen que la Iglesia no puede ser una democracia, pero ha habido dogmas de fe que se han declinado, y encíclicas recientes que más que bien hicieron mal (estoy pensando en la Humane Vite y los problemas que planteó al equilibrio psíquico de la pareja...), o pensando también en los confesionarios, etc.
¿Dónde podemos encontrar tu libro?
TITULARES
-No me ha costado esfuerzo ninguno escribir su "autobiografía", porque estoy totalmente identificado con el Papa
-La mayor parte de las canonizaciones se deben a la euforia pseudoeclesiástica
-Parece que hay una especie de patrimonialización de la canonización, por la que un Papa canoniza al otro
-A la renovación de la Iglesia de la mano del Papa Francisco le hace falta más presencia femenina, pero una presencia femenina con todas sus consecuencias
-Hoy las mujeres jóvenes están ausentes en la Iglesia, ya no son el devoto sexo femenino de antes, porque la Iglesia no les está dando las respuestas que sí están dando todas las demás áreas de la vida social
-La mitad de la Iglesia más uno, al igual que la humanidad, es mujer
-Que el Papa y los obispos dimitan es elemental, en el sentido de que nadie puede ser vitalicio
-Todos los obispos deberían renunciar antes de los 75 años, porque un obispo con 75 años tiene en la práctica 150 o más
-El pueblo de Dios no debería enterarse del obispo que va a tener por la prensa, sino participar en su nombramiento
-El cónclave es una treta para hacer pensar que hay una cierta democracia en la elección de los Papas