Guy Jonquiéres en "Narcea" "Ejercicios para estar en forma"

Los únicos o fundamentales ejercicios de los que oímos hablar, y nos recomendaron hacer en los años mozos de la formación-información religiosa, clericales o ascéticos, fueron los “Ejercicios Espirituales para la Conversión”, escritos y practicados por san Ignacio de Loyola, santo español, fundador y primer Padre General de la Compañía de Jesús, que “se practicaban durante algunos días , retirándose de las ocupaciones del mundo y dedicándose a la oración”. De los otros “ejercicios”, es decir, de “la práctica o uso de una facultad o un derecho”, o del “movimiento corporal repetido y destinado a recobrar la salud corporal o recobrarla”, apenas si se nos hizo referencia alguna, y menos de carácter espiritual.

No obstante tal desorientación pedagógica para la formación integral, con inclusión de la religiosa, todos los ejercicios son de por sí constructivos, buenos y recomendables. Sin ejercicios no es posible la vida. Ni la caridad. Ni la comunión. Ni, por tanto, la Iglesia. El ejercicio, además de vida, es fuente de vida para sí y para los otros. A la educación que no incluya su estudio, los procedimientos para ponerlos en práctica y sus porqués, le faltan por recorrer muchas millas y estadios para ostentar nombre y dedicación tan sagrada.

San Ignacio de Loyola se percató inmediatamente de tan soberana verdad e ideó, con la gracia de Dios, la meditación y el estudio, una de las formas de “ejercicios espirituales” que le ha proporcionado a la Iglesia y al mundo de la educación en general, el tesoro de lecciones muy provechosas.

Pero como también los ejercicios, con inclusión de los “ignacianos”, para que no pierdan su efectividad, precisan de las correspondientes “revisiones de vida”, la editorial “Narcea”, en su colección “Espiritualidad”, acaba de darle acogida al tema, con interesantes reclamos de modernidad, y con el título de “Fitness espiritual.Ejercicios para estar en forma", con sus 172 páginas de texto, de fácil y comprensible confección y lectura.

De su autor, Guy Jonquiéres, se refiere que es “un jesuita francés, residente en Chile, desde hace muchos años, donde ha ejercido varios ministerios: pastoral, parroquial, formación de catequistas y profesores de religión, docencia en seminarios y universidades, y sobra todo, acompañamiento espiritual en y fuera de los “Ejercicios Espirituales” de san Ignacio”.

De su contenido, el propio autor adoctrina en la “Introducción”:

“Así como en la actualidad algunas personas practican fitness para ponerse o mantenerse en forma, otras echan en falta algún método para hacer nacer o desarrollar su vida espiritual. Los ejercicios que propone este libro solo requieren unos minutos cada día, en principios, cinco o siete, por la mañana y al final del día….Una especie de “atención flotante”, algo así como una actitud de escucha y de acogida hacia todo lo que nos sobrevenga… El libro está pensado para todo tipo de personas: jóvenes, mayores, casados, célibes, mujeres, varones… Sólo es necesario que, como buenos deportistas, estén dispuestos a hacer algún pequeño sacrificio para llegar a la meta que en este caso es el encuentro con Jesús…”

En unos 60 apartados, concretos y de actualidad apremiante, se difunde doctrina tan actualizada, en estas tres partes: para empezar, ordenar mi vida y seguir a Jesús.