¿Cómo afecta la crisis del coronavirus a las editoriales del libro religioso? Esther Marco (Paulinas): "Tenemos que intentar paliar tanto dolor y sufrimiento como hay a nuestro alrededor"
"Con paz y aceptando las circunstancias lo mejor posible, sabiendo que hay mucha gente que lo ha pasado y lo sigue pasando muy mal, e intentando cuidarnos y cuidar al resto de las hermanas y de los empleados, tanto de la Editorial como de las Librerías"
"Más ayuda a la cultura por parte del gobierno, las autonomías y los ayuntamientos, ayudando a las familias con bonos para comprar libros en su librería más cercana"
Las religiosas paulinas han tenido que cerrar sus librerías a causa del coronavirus, y tratan de "aceptar las circunstancias lo mejor posible". Todos los trabajadores están en casa, "cumpliendo la ley", nos cuenta Esther Marco, responsable de Paulinas Editorial.
Desde allí, prepara las novedades "para que, cuando se pueda abrir, estemos preparadas para sacar al mercado rápidamente los libros que quedaron por salir" y, mientras, relee a su hermana Julia Merodio y su libro ¡Deja de quejarte! Comienza a sanar tus heridas, "que puede ayudar a no mirarnos tanto a nosotros mismos, cuando lo que tenemos que hacer es intentar paliar tanto dolor y sufrimiento como hay a nuestro alrededor".
¿Cómo estás viviendo la pandemia?
Con paz y aceptando las circunstancias lo mejor posible, sabiendo que hay mucha gente que lo ha pasado y lo sigue pasando muy mal, e intentando cuidarnos y cuidar al resto de las hermanas y de los empleados, tanto de la Editorial como de las Librerías. En estos momentos todos los trabajadores de las librerías están en casa, ya que está prohibido por ley tenerlas abiertas.
- ¿Cómo está viviendo tu editorial la crisis motivada por el coronavirus?
Es una situación muy delicada, porque al estar las librerías cerradas, que es de lo que vivimos y donde tenemos nuestra mayor difusión, no hay ingreso alguno prácticamente. En la editorial trabajamos de forma telemática, preparando futuros libros, leyendo originales que nos llegan, etc., para que, cuando se pueda abrir, estemos preparadas para sacar al mercado rápidamente los libros que quedaron por salir de novedad junto con los que estamos ultimando.
- ¿Qué libros de vuestra editorial recomendarías a nuestros lectores para estos tiempos?
Quizá libros que ayuden a llevar de la mejor manera posible estos momentos de encierro, de aislamiento, para que el tiempo al menos sea productivo y nos ayude a profundizar y crecer personalmente y en familia. Por ejemplo:
- Elogio de la vida imperfecta de Paolo Scquizzato.
- ¿Quién dijo que todo está perdido?, de Manuel Martín García
- Las puertas de la felicidad de Xavier Quinzà.
- El regreso. Encontrarse con el Dios de la misericordia de Paolo Curtaz.
- Como el pez que está en el mar. La mística lugar del encuentro de Antonietta Potente.
- Somos seres en relación. Fiesta del encuentro humano de Mª Josefa Larraga
- Volviendo a casa. Empezar de nuevo a creer de Alberto Campoleoni
- A ti que sufres. Oraciones para los enfermos de Gianni Mattia.
- Las palabras calladas de Pedro Miguel Lamet.
- ¿Qué novedades están a la espera de la vuelta a la normalidad?
Tenemos varias ya preparadas, entre otras:
- El Evangelio del Reino. Lectio divina sobre el Sermón de la Montaña de Antonio Rodríguez Carmona.
- Un mes con las virtudes de María de Antonio González Vinagre.
- ¿Es previsible algún libro sobre todo lo que está pasando?
Específicamente no hay ninguno, pero estamos ultimando un libro de Julia Merodio, que se titula: ¡Deja de quejarte! Comienza a sanar tus heridas, que puede ayudar a no mirarnos tanto a nosotros mismos, cuando lo que tenemos que hacer es intentar paliar tanto dolor y sufrimiento como hay a nuestro alrededor.
- Desde el mundo de la cultura y, más específicamente, en el de las editoriales, ¿qué le pedís al Gobierno y las autoridades?
Hay una medida que ya implantó el gobierno al principio que es la posibilidad de las empresas de implantar un ERTE de los empleados, al que quizá tengan que acogerse algún mes si no se puede levantar pronto el confinamiento. Más ayuda a la cultura por parte del gobierno, las autonomías y los ayuntamientos, ayudando a las familias con bonos para comprar libros en su librería más cercana. También se podría pedir el retraso en el pago del IVA y los impuestos, para ayudar a que se vayan generando ingresos cuando comience la actividad y así poderlos pagar con más solvencia.