La teóloga y bloguera de RD publica "Agua" en San Pablo Isabel Gómez Acebo: "No se pueden tirar por la borda dos mil años de Iglesia, pero Jesucristo no tenía ni quería poder"
"Este Papa no es feminista. No entiende nuestras demandas (...), pero genera procesos. Viene de un continente muy machista, y posiblemente no entienda que las mujeres queremos protagonismo"
"Francisco ha abierto ventanas en la Iglesia: ventanas de cercanía, de empatía, de falta de poder, de servicio. Y hacía falta"
"A mí no me importa un rábano dónde esté el general Franco. A mí me importa que la gente encuentre trabajo, que los partidos se pongan de acuerdo y que este país vaya para adelante"
"A mí no me importa un rábano dónde esté el general Franco. A mí me importa que la gente encuentre trabajo, que los partidos se pongan de acuerdo y que este país vaya para adelante"
Isabel Gómez Acebo es teóloga, escritora, bloguera de RD. Acaba de publicar 'Agua', un libro de reflexiones y preguntas editado por San Pablo. Hablamos con ella del agua, de la crisis medioambiental y de poesía, pero también de la (por el momento) fallida investidura, la eutanasia, el futuro de Franco, el Papa y las mujeres y de las reformas en la Iglesia.
También, de los cambios por venir, éticos, y estéticos: "¿Qué hacen los obispos vestidos con esas cosas? Si ya no ya no se llevan los uniformes. No ves a gente con uniforme en ningún lado. Solo el cartero, para que le reconozcas, o los dependientes de los grandes almacenes", asegura.
Yo me pregunto: ¿no les bastaría con una cruz, si acaso, más grande, para que se sepa que es obispo? Cada uno que haga lo que quiera pero, yo si tuviera un papel importante en la Iglesia, sería más sencilla. Pero si el mismo Papa se ha puesto una túnica blanca; ha dejado toda esa parafernalia. ¿No es un ejemplo?
P.- Estamos con Isabel Gómez Acebo. Bienvenida.
R.- Buenos días .
P.- Por si acaso hace calor, aquí tenemos agua... y aquí también: 'Agua' es el último libro de Isabel Gómez-Acebo, que publica con San Pablo. Es un libro de reflexiones y de preguntas.
R.- Sí.
P.- Además, al final de cada capítulo haces una serie de preguntas.
R.- Son las preguntas que se me ocurrieron a mí. Pensé que a los lectores les podía sugerir también unas respuestas.
P.- A mí me surge una ¿qué supone el agua?
R.- Es uno de los elementos clave en la naturaleza; no hay nada sin agua. En el mismo ser humano se supone que es el 90 por ciento de nuestro cuerpo. Por lo tanto, es importante en la vida material y en la espiritual también. Todos los místicos han aludido al agua como metáfora para expresar la abundancia o la escasez. La sequía o la abundancia.
P.- El agua como fuente de vida.
R.- Es agua es un elemento tan sugerente que me limitaron a 22.000 palabras la longitud del libro y hubiera necesitado muchas más.
P.- El agua, desde mi perspectiva creyente, me remite a la fuente.
R.- Al texto de San Juan de la Cruz, 'Qué bien sé yo'
P.- Al final del libro te planteas estas preguntas. ¿Tienes respuestas para todas ellas?
R.- No. La fe que no es dudosa, no es verdadera fe. Yo estoy llena de dudas como todo ser humano. Y si no tienes dudas, es que no has pensado. Sugiero las preguntas para que la gente piense y responda a sus dudas y sus certezas.
P.- Es de los típicos libros que tendría que tener una cierta continuidad o un contacto lector-escritor para conocer esa respuesta.
R.- Me gustaría que me escribieran sus comentarios.
P.- También es un buscar otras fuentes en tus lectores que puedan responder a las preguntas.
R.- Mira, esa es una idea para vosotros que tenéis un portal de comentarios abiertos. Sería muy provechoso para mí que la gente me dejara comentarios.
P.- ¿De dónde surge la idea? ¿Es tuya? ¿De la editorial?
R.- Me llamó de la editorial el director que lleva esta colección y me propuso que eligiera un título. Se me ocurrieron muchos que ya estaban adjudicados. Se me ocurrió 'ternura', que gusta mucho.
P.- Y más ahora, que se habla del Papa de la ternura.
R.- Se me ocurrió porque soy una persona fría y quería sumergirme en el mundo de la ternura para mejorarla mía. Y, bueno, el último que se me ocurrió que no estaba en la lista fue 'agua'. Para mi sorpresa, no tardé nada en escribirlo. Fue saliendo.
P.- Brotó.
R.- Así es, brotó. Tardé tres semanas o cuatro semanas en escribirlo. No sé si está bien o está mal. No sé si está pensado o es riguroso... Es personal. Una reflexión personal al ritmo del agua.
P.- ¿Qué ritmo tiene tu agua ahora?
R.- Ahora, que estoy vieja y cansada, ni un ritmo (ríe).
En el libro publico un poema sobre el Tajo, que en su juventud se desborda pero ahora está calmado. Y dice: ahora no añoro los momentos que me desbordaba / y ahora tengo que aprender el momento de la calma.
En todas las vidas pasa eso un poco, si llegas a mayor tienes que aprender a vivir de otra manera a que la que vivías de joven.
P.- ¿Se aprende a cambiar de marchas?
R.- Cuesta, pero se aprende.
P.- Nosotros, que nos vamos haciendo ya mayores...
R.- Piensa que puedes hacer... bueno, tú que tienes un niño pequeño; a mí el suelo se me ha puesto muy lejano. El suelo se aleja. Me imagino que va estar ahí siempre, pero, para mí ya está muy lejos.
P.- Y que es un riesgo tenerlos cerca.
R.- Me imagino que tú, con un niño pequeño, te tienes que bajar al suelo a cogerlo. Todavía eres joven, pero yo... Esas cuestiones. Además he tenido una enfermedad y me cuesta subir escaleras y me cuesta correr. Y he sido una gran deportista, pero ahora me resulta difícil hacer todas estas cosas; hay que aprender a vivir de otra manera.
P.- El agua es muy sugerente también para el tema de los ritmos. No es lo mismo el agua que cae como un torrente que la que está estancada.
R.- El lenguaje el agua es muy distinto. Un agua que cae en una cascada, por ejemplo, es un agua viva, libre. Un agua que cae gota a gota te habla de la fuerza la constancia. Un río que se embalsa te habla de un momento para pensar, para meditar. Y, luego, el mar...
Es curioso, pensé en el camino de la vida y en el mar no es lo mismo que en el río. El río tiene un cauce estipulado, en cambio el mar.
Los monjes irlandeses tenían una costumbre que se llamaba la peregrinatio, y es que tras muchos años de meditación se lanzaban al mar, como un barquito sin timón y sin vela, para que Dios les llevara. El viaje por mar es eso.
P.- Las civilizaciones del Norte también. Los vikingos acababan sus vidas entre el fuego y el agua, pero en camino hacia el horizonte.
R.- Eso aprendí también, que el río es un cauce marcado, aunque también puedes ir río arriba. En cambio en el mar, además, el ser humano aprecia su insignificancia ante esas inmensidades de agua.
P- Cierto.Hace poco llevamos al niño a que conociera el mar.
R.- Y se quedó extasiado.
P.- Asustadísmo al principio y después, sí, extasiado, como preguntándose «qué es esto, dónde acaba».
R.- Dónde acaba.
P.- Eso, en su pequeño universo es absolutamente brutal.
Este Papa le da mucha importancia al agua como canal de vida dentro de un planeta que nos estamos cargando. Se habla mucho del Sínodo de la Amazonía, donde se va a hablar de los viri probati y demás. Pero otra de las cuestiones fundamentales es la protección del medio ambiente.
R.- Las guerras por el agua van a ser muy importantes. En España tenemos el trasvase Tajo-Segura. Las comunidades se dan de tortas; no quieren traspasar el agua porque el agua es escasa. Y fíjate en los ríos chinos, donde quieren hacer presas y que esas presas limiten el agua a los países fronterizos... Una catástrofe.
P.- ¿Crees que va a haber guerra del agua?
R.- No, pero el agua es un elemento tan necesario que la gente se puede llegar a matar por ella. Es que si no tienes agua, te mueres. Supongo que se harán desalinadoras, que se buscará la manera.
P.- Están intentándolo en algunos sitios; en Lanzarote, en Murcia. El poder del agua es evidente en nuestro mundo y hay que cuidarla. En el sínodo de la Amazonía se hablará del Amazonas, uno de los ríos más caudalosos del mundo que es además uno de sus pulmones, de cómo se utiliza el río, la naturaleza que lo rodea, de los seres vivos que están insertos en esa naturaleza. Y de cómo por lo que sea, porque allí no responden a los estándares de la vida occidental, se les ningunea.
R.- Como sucede con la ecología de la que estamos tan preocupados. Estamos preocupados por el aire y por el agua, los plásticos que lo invaden, las especies acuáticas que se están muriendo.
Yo creo que todo esto da qué pensar.
P.- ¿Qué postura tendríamos que tener los creyentes respecto a la defensa del agua, del medio ambiente?
R.- El agua es la fuente de la vida y es un símbolo de vida para nosotros. En el Génesis, en el primer relato, se habla del agua como un caos acuático. Y en el segundo como un yermo; que no hay nada porque Dios se ha olvidado de mandar agua. El agua tiene un doble aspecto, uno terrorífico y uno seco.
Yo que he vivido mi juventud en tiempos del general Franco, recuerdo que él hablaba siempre del agua y hacía pantanos porque era consciente de que España era un país seco y el agua era muy importante para nuestra vida. Los místicos cristianos utilizan ejemplos del agua para comentar el aspecto de su alma en esos momentos y de la importancia de regarla para producir frutos y flores.
En los momentos de sequía espiritual puedes acordarte de los tiempos anteriores en los que tu alma estaba regada y producía flores y frutos. El recuerdo puede servir también para los momentos de sequía espiritual.
P.- No tenía pensado, pero me has centrado la pelota, y tengo que disparar, a propósito del general Franco. ¿Tienes alguna opinión respecto a todo lo que está pasando: exhumaciones, inhumación en La Almudena, en El Pardo?
R.- Creo que todo eso son cosas que a los españoles no les importan nada. A los españoles les importa el paro. Qué más da. A mí me importa un rábano dónde esté el general Franco. A mí me importa que la gente encuentre trabajo, que los partidos se pongan de acuerdo y que este país vaya para adelante. La persona del general, ¿a ti te importa mucho?
P.- Periodísticamente. Pero, vamos, personalmente, no.
R.- A mí tampoco. Yo he vivido la dictadura franquista, tú, que eres más joven, no la has vivido. Esto es pasado; es historia.
El espectáculo, actualmente, de los políticos pidiendo cargos me parece penoso. Y España con un gobierno que no puede hacer nada. No sé, yo le diría a los políticos: basta ya. Vamos a regar con un poquito de agua
P.- Es que parece como si seguimos condenados, no a repetir la historia, pero sí a recordarla cíclicamente y cada uno es de una trinchera. Yo, que nací ya en transición, sí que es verdad que crecí en una España en la que no había tanto rojo y tanto azul.
R.- Mis nietos no saben quién es el general Franco.
P.- Pero sí saben que hay una trifulca política.
R.- Tampoco saben. Saben, pero por política, pero no...
P.- Pero a cuenta de eso.
R.- A cuenta de rojos y azules pero no a cuenta de Franco. En España ha habido trifulca política de siempre. Yo creo que es buena la trifulca política, si se llegan a poner de acuerdo en algunas cosas. Pero, el espectáculo, actualmente, de los políticos pidiendo cargos me parece penoso. Y España con un gobierno que no puede hacer nada. No sé, yo le diría a los políticos: basta ya. Vamos a regar con un poquito de agua.
P.-¿Crees que se va a solucionar el tema de la investidura?
R.- No sé. A la corta no. Pero, a la larga me imagino que sí. Pregúntaselo a Pedro Sánchez que está ahí.
P.- Resistiendo.
Hay tres o cuatro temas que le gustaría tocar, aunque sea brevemente, más allá del libro, que tienen que ver con la Iglesia y su presencia en la sociedad.
Un tema que también está muy presente en la agenda política es el de la eutanasia o del bien morir. ¿Lo estamos planteando bien? ¿Queda muchísimo por decir antes de hacer una ley de eutanasia? ¿Se tendría que haber hecho ya?
P.- Yo me ocupo de ancianos. Presido una fundación que tiene residencias de ancianos y la verdad es que ante el espectáculo de una persona muriéndose durante diez años que ni oye, ni entiende, ni conoce, hay que hacer algo para mejorar esa vida. Y hacer algo para mejorar esa vida es acelerar su muerte. Es hora de pensar de qué manera se hace eso.
Claro, hay que hacerlo muy bien porque es una puerta que se abre para matar a la gente que cobra sus pensiones. Pero si se hace muy bien, con todas las garantías legales y con todos los certámenes médicos y jurídicos, yo creo que es necesario.
Esta sociedad nuestra está produciendo un alargamiento de la vida, pero muchas veces sin calidad.
P.- Pero no de la dignidad.
R.- Yo no querría que mi vida se alargara no siendo persona y produciendo mucho sacrificio para mi familia y para la sociedad. De alguna manera hay que regularlo, pero hay que dejarlo muy bien legislado.
P.- Tú has escrito, siquiera colateralmente, sobre el tema de los abusos en la Iglesia. ¿Cómo lo estamos haciendo a nivel de Iglesia?
R.- Tarde. Y todo lo que es tarde resulta malo. Yo creo que los abusos en la Iglesia son como los que hay en la sociedad; que no son más numerosos. Pero, a los sacerdotes se les pediría una actitud más ejemplar que a los padres de familia.
Es un grano que tiene la Iglesia, que tiene que extirparlo y del que va a salir mucha pus. Y con esto la Iglesia ha perdido mucho prestigio. Pero no es malo que la Iglesia pierda prestigio porque pierde poder y vuelve a las catacumbas. De alguna manera, ser más humilde es bueno. Presentar el programa de Cristo no con tanto poder.
P.- Con lo de los capisayos, toda esa pompa. Esto es como lo da las cebollas, es ir quitándose capas para presentar el mensaje de Jesús.
R.- Pero, ¿qué hacen los obispos vestidos con esas cosas? Si ya no ya no se llevan los uniformes. No ves a gente con uniforme en ningún lado. Solo el cartero, para que le reconozcas, o los dependientes de los grandes almacenes.
Es un grano que tiene la Iglesia, que tiene que extirparlo y del que va a salir mucha pus. Y con esto la Iglesia ha perdido mucho prestigio. Pero no es malo que la Iglesia pierda prestigio porque pierde poder y vuelve a las catacumbas
P.- Un médico no se pone la bata cuando va por la calle.
R.- Yo me pregunto: ¿no les bastaría con una cruz, si acaso, más grande, para que se sepa que es obispo? Cada uno que haga lo que quiera pero, yo si tuviera un papel importante en la Iglesia, sería más sencilla. Pero si el mismo Papa se ha puesto una túnica blanca; ha dejado toda esa parafernalia. ¿No es un ejemplo?
Cuando voy a reuniones en que veo que al nuncio va vestido con un uniforme que es obsoleto...¿Por qué no puede ir el nuncio vestido de calle? Ponerse un alzacuellos para que se vea que es cura? Pero, ¿qué quiere, con esos hábitos? ¿Que se vea más o que se vea menos?
P.- O qué quiere que se vea.
R.- Exactamente: ¿qué quieren los nuncios y los obispos que se vea de su presencia? ¿El poder? No lo sé.
P.- Dinámicas de poder y servicios están muy presentes en las palabras y los hechos del papa Francisco. No sé cómo estás viendo su pontificado. Se acaban de cumplir seis años.
R.- A mí me gusta este Papa. Se le van las palabras pero, en general, me gusta. Ha abierto ventanas en la Iglesia. Ventanas de cercanía, de empatía, de falta de poder, de servicio. Y hacía falta. Lo que no sé es quién le va a suceder y si esto va a ser una gota de agua.
P.- ¿Crees que puede haber una contrarreforma o que hay determinadas cosas en las que ya no puede haber marcha atrás?
R.- Creo que hay cosas que no pueden dar marcha atrás, pero siempre puede haber una contrarreforma.
Como dijo Juan XXIII, la Iglesia tiene que abrir la puerta para que se limpien todos los polvos que nos han llegado del Imperio Otomano. Pero se olvidaba de que del Imperio Romano también
P.- La Iglesia es maestra, además.
R.- Además el Vaticano les ha quitado mucho poder; les ha puesto en la picota a algunos, y combatirán de alguna manera.
Pero a la gente le gusta el Papa. Yo tengo amigos a los que no les gusta nada este Papa. Que no es teólogo, dicen. Pero, les digo, ¿vosotros habéis leído las teologías de Benedicto XVI? ¿Ah, no? Entonces, ¿por qué decís que os gustaba más Benedicto XVI? ¿Por qué, que su teología era más profunda? “Porque nos dijeron que su teología lo era” Ah, entonces es la pompa, que es inherente al pontificado. ¿Creéis que la pompa tiene que ser inherente al pontificado de un servidor de Jesucristo? Él no la tenía para nada.
P.- A veces se nos olvida quién era, realmente, Jesús. Y no solo lo que dijo, sino quién era y cómo se comportaba.
R.- Como dijo Juan XXIII, la Iglesia tiene que abrir la puerta para que se limpien todos los polvos que nos han llegado del Imperio Otomano. Pero se olvidaba de que del Imperio Romano también.
Ya sé que no se pueden tirar por la borda dos mil años de iglesia pero, poco a poco hay que ir recordando.
P.- Y quedarse con lo esencial porque la Iglesia no sería nada sin el motor que la fundó.
R.- Efectivamente. Hace falta dinero, oficinas, hace falta de todo. Pero hay que ir quitando poco a poco.
P.- En mi opinión, uno de los granos en este pontificado es el tema de la mujer. Creo que se están dando pasos pero es de las pocas cosas en no veo al Papa de manera natural.
R.- Yo creo que no es feminista. Viene de un continente muy machista. Sudamérica es la cuna del machismo y posiblemente Papa no entienda que las mujeres queremos protagonismo. Porque no ha visto nunca a su madre, o a su abuela o a su hermana tener un protagonismo.
Este Papa no es feminista. No entiende nuestras demandas. Pero, fíjate, las monjas estadounidenses le reclamaron una comisión. La comisión se celebró y les entregó el texto que mandó esta comisión y lo quiere publicar. Cuando lo publique, veremos en dónde no estaban de acuerdo los comisionados.
P.- Generar procesos.
R.- Este Papa ha estado de acuerdo en generar procesos y, de hecho, nombra tímidamente alguna cúpula pero, muy tímidamente. Hay que acelerar ese proceso.
P.- Y, mientras tanto, dejar que el agua siga su curso, que es lo más natural. No estancarla, sino permitir que llegue a todo el mundo. Eso también es el Evangelio. 'Agua', de Isabel Gómez Acebo, en San Pablo.
Un auténtico placer.
R.- El placer es mío.
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