“Azuaga, en sus calles” (1567-2021), de Pepa Gómez Bustamante Nuestras calles...
La mayoría de las calles y plazas de los pueblos siguen todavía bautizadas con nombres de santos por sus respectivos vecinos, por lo que adoctrinan en la fe, como otros tantos catecismos o retablos
¡Cómo pasa el tiempo…¡ Para bien o para mal, tal y como pasamos nosotros, aunque en proporciones diversas. Por pasar, lo que se dice “pasar”, lo han hecho y lo hacen hasta las calles, de modo muy particular en los pueblos y en las semi-ciudades de lo que ahora se llama “ España Vaciada o Vacía”, por las que apenas si pasan ya nadie o casi nadie.
Las calles en la España no vaciada, eran otra cosa. La definición académica de “vía pública entre dos filas de edificios o solares”, y que además pertenecía al ayuntamiento y no a los vecinos y vecinas, constituía una mentira municipal de las muchas con las que se mantiene tal entidad con tanta frecuencia. La calle era “ sala de estar” de las casas. Rueda de prensa vecinal. Tarea de adoctrinamiento. Diversión, cuyo índice de asistencia, por su interés, superaba los de la audiencia de la televisión que vendrían y se contabilizarían después. “Llevarse de calle”, “traer o llevar a otro o a otra por la calle de la Amargura, “hacer la calle”, “callejón sin salida”, o “calle “, como sinónimo de voluntad popular”, “vía de circulación” o “aparcamiento” de coches, son temas de sociología y politología popular, que merecerían capítulo aparte.
Lo que aquí y ahora importa es reseñar la reciente publicación por parte de la Diputación Provincial de Badajos, del libro “Azuaga, en sus calles” (1567-2021) , del que es autora Pepa Gómez Bustamante y cuya intención está reflejada con fidelidad, gozo y amor, en esta dedicatoria “ A toda mi gente: los de antes, los de ahora, y los que vendrán. Los de sangre y los que no. A los que quise y a los que querré. Con un guiño especial a Nacho y Martín”.
Pepa -doña Pepa, presidenta del Ateneo de Azuaga -, se define a sí misma como “empresaria, activista cultural y escritora”. Los temas relacionados con la mujer en general y su promoción, así como los que de alguna manera se enmarcan en Azuaga, uno de los municipios más importantes de la provincia de Badajoz, han acaparado y acaparan su atención con fruición, orgullo vecinal, documentación y esperanzas.
Todas y cada una de las calles de la población extremeña, con sus nombres y sobrenombres, personajes, leyendas e historias tienen cabida en las 390 páginas del libro, muy bien editado por la Diputación, con el convencimiento constitucional de que instituciones como esta podrán facilitar el interés de los de arriba y de los de abajo, de dentro y de fuera , por hacer todo lo posible y más, porque España no quede irremediablemente vacía… Tanta riqueza popular jamás podrá perderse, y para eso, es y será indispensable conocerla y valorarla, tal y como ha sido y es la labor de Pepa, callejeando con conocimiento de causa , respeto y documentación por su geografía e historia.El legado religioso es tan importante, como que su templo parroquial destaca por ser el segundo edificio sagrado después del de la catedral de la capital de la diócesis de Badajoz.
La mayoría de las calles y plazas de los pueblos siguen todavía bautizadas con nombres de santos por sus respectivos vecinos, por lo que adoctrinan en la fe, como otros tantos catecismos o retablos.