Emilí Turú y José Manuel Vidal, en Khaf 'Un nuevo comienzo': el futuro de la Iglesia tiene un corazón de tienda
(Antonio Aradillas).- El título "Un nuevo comienzo" y el subtítulo "Espiritualidad renovada para el siglo XXI", editado por "Edelvives", sello de larga y reconocida tradición marista -ediciones KHAF-, acaba de engrosar su colección "Expresar Religioso", con alegre y santa y sana satisfacción de tantos potenciales lectores de su rico y fecundo fondo bibliográfico.. La oportunidad se la ha brindado a sus responsables de la Congregación el dato de la celebración del bicentenario de la fundación religiosa, con el firme propósito educador de beneficiar a "otras personas que sueñan como nosotros, con un mundo más fraternal y justo".
En igualdad de páginas-252- comparten la autoría del libro, el H. Emili Turú, hasta hace pocas fechas Superior General de la Congregación, y José Manuel Vidal, director de Religión Digital, "escritas sus páginas desde un contexto social y eclesial determinado".
El Superior General redacta la parte primera del libro transcribiendo una serie de cartas a los "Maristas de Champagnat, es decir, a hermanos y laicos y laicas".. "El futuro en general y más el de la Iglesia, tiene un corazón de tienda", preludia sus cartas, de las que me limito destacar, como significativas de ideas, estilos, comportamientos y proyectos, entre otras, expresiones, propias y ajenas, como estas: ."Encontrar la propia identidad; expansión, reestructuración y refundación; nuevo comienzo; emergencia del laicado, esperanza versus optimismo; es apenas la aurora; coraje es poner el corazón por delante y no los cálculos racionales de la mente o los miedos ancestrales; divinidad inquieta; Dios es Trinidad, es decir, relación y comunión; cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar, deviene autorreferencial y entonces enferma; la misión como diálogo; cultura del encuentro; la fuerza de la ternura; el diálogo es arte y necesita aprendizaje; diálogo y profecía van siempre juntos; nuevos modelos de animación, gobernanza y gestión".
"Cómplices del Espíritu; María, modelo de complicidad con el Espíritu; la renovación de la Iglesia no se llevará a cabo levantando muros para protegerse de las amenazas exteriores; no queremos una Iglesia preocupada; Iglesia en salida: en estado de salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias; nacimos para manifestar la gloria de Dios que está dentro de nosotros; debemos cultivar la revolución de la ternura; el hombre es un Dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona; el sueño de comunión está inscrito en los genes de la persona humana; el mundo necesita imperiosamente personas capaces de soñar con los ojos abiertos, que despierten a su alrededor muchas energías dormidas; la auténtica comunión demanda el convencimiento y el comportamiento de que diversidad y unidad no son opuestas, sino condición indispensable para su existencia; Jesús siente con fuerza que lo que Dios quiere es una sociedad fraterna e igualitaria; seamos simplemente lo que estamos llamados a ser, es decir, hermanos; desde nuestra experiencia cotidiana de trabajar codo con codo con mujeres, que son mayoría en nuestras instituciones, percibimos la riqueza de su significativo aporte a la misión marista; nos necesitamos los unos a los otros, porque el Espíritu no está en el "YO", sino entre el "Tú" y "Yo".
José Manuel Vidal inicia en la página 133 la segunda parte del libro, con el título de "Encontrando respuesta en la espiritualidad de los hermanos ", enmarcado en la estampa de un pozo rural, entre divinales florestas gallegas, con profundas aguas de sabiduría, de silencio interior y de soledad, a la vez que de comunicación -comunión- de regar campos de esperanzas y frutos ubérrimos, dando por supuesto siempre que ni el agua, ni el mismo Dios son los protagonistas exclusivos del milagro del nacimiento, mantenimiento y renovación de la vida, sino que cuenta , exige y en su providencia infinita y misericordiosa, hasta pordiosea la colaboración de los humanos.
Al margen de amiguismos, agradecimientos y otras lindezas, aseguro que esta segunda parte del libro es también una delicia. José Manuel escribe bien. Tal y como piensa. Es y sigue siendo, de pueblo -"extrarradios"-, a la vez, que de ciudad. Encarna con fidelidad, tozudez y educación las figuras de sus padres, hermanos, maestros y curas párrocos, y no tanto de sus obispos, pese a que su pueblo es "Sobrado" con el apellido del "Obispo". José Manuel sabe bien, y así lo `practica, que "Sobrado" procede del latín "superare" (añadir, superar, más que "ser superior"), a la vez que "parte más alta de un tejado de las casas, "lugar -desván, en el que se guardan recuerdos y olvidos". José Manuel es hombre de recuerdos. Por algo se le quedron grabadas las frases de "no vueles como un ave de corral, cuando puedes subir como las águilas", y la de "gaviota que ve lejos, vuela alto". En larga, misericordiosa, devota y ejemplar amistad coincidimos con don Tomás Malagón, Consiliario Nacional de la HOAC, en tiempos heroicos, a la espera, esperanzada aún, de ver ascender a este infinito y soñador manchego, al honor de los altares.
La semilla de la fe; del semáforo a la brújula; jóvenes digitales y soñadores con al corazón en bandolera; la encantadora tarea de ser padres; ancianos, pozos de sabiduría en la edad de lo esencial; contra el "descarte", espiritualidad de la liberación; un papa revolucionario; el pueblo necesita profetas; Mons. Casaldáliga... son referencias inequívocas de cuanto piensa y pretende hacernos participes José Manuel al redactar y firmar la segunda parte de "Un Nuevo Comienzo".
Radiante y especial referencia de José Manuel es, y será, sobre todo, su condición de "prior" -hermano mayor-, al frente de la comunidad de colaboradores y amigos fundada por él, con el sacrosanto título de "Religión Digital", manantial "franciscano" de comentarios y noticias -evangelio- para obispos, curias -romana y diocesanas- sacerdotes, monjes/as y laicos. La "Schola cantorum" del seminario de Orense perdió un buen interprete de sus programaciones litúrgicas, que era y respondía al nombre de José Manuel, pero, con la correspondiente anuencia paterna, en la historia del periodismo y de la comunicación religiosa surgió, se mantiene y campea profesionalmente, la voz del misterioso "Parsifal" del santo Grial, con sus caballeros y su Virgen, que lo mismo puede invocarse bajo la advocación de la catalana de Monserrat, de la extremeña de Guadalupe, que de la orensana de Los Milagros, AMÉN.
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