Manuel Morales en "Ciudad Nueva" Tus hijos volverán...

“En la educación de nuestros hijos hay un momento en el asumimos que nuestra acción es muy limitada. Los hijos no nos pertenecen y, aunque los queramos con locura, no siempre acertamos con ellos… Y así vamos descubriendo que no se trata tanto de controlar y dirigir, como de acoger y acompañar…”

Estas palabras y orientaciones sobrecogedoramente pedagógicas de la contraportada del libro que presento, resultan ser expresión exacta de su contenido. Es de destacar, y digno de toda alabanza, la oportunidad de la publicación del editado por “Ciudad Nueva” –CN- . Los tiempos no pueden ser más propicios para su lectura, meditación, conversación y tertulia, y además en el marco de las circunstancias político- eclesiásticas que se nos avecinan en nuestra queridísima España, todavía definida en parte por las decididas añoranzas pre-vaticanas II y en pleno Nacional Catolicismo.

¿Pero de quién o de quienes son los hijos? ¿Lo son de sus padres? ¿Se pertenecen de verdad a ellos mismos, por su condición de personas y de hijos de Dios?. ¿Tiene la Iglesia parte en su procreación y en su educación? ¿La tiene el Estado?. ¿Quién subvenciona, o ayuda a la subvención, de la “propiedad” presunta de los hijos? ¿Tenemos los hijos que nos merecemos? ¿Han de equiparse y educarse en los valores similares a los que se alimentaron sus padres respectivos, como inviolables, firmes y seguros, sin cuestionarlos y sin tener en cuenta siquiera la realidad cambiante de los tiempos? ¿Resultan en líneas generales, más o menos fiables, las leyes y normas de los organismos estatales, que las dimanantes de la Iglesia, en cuyos procedimientos, métodos y valores, muchos fueron, y siguen siendo, educados?.

El título completo del libro en cuestión, con sus 208 páginas correspondientes, es el de “Tus hijos volverán”, o “un viaje apasionante con Mónica y Agustín, con testimonios de madres y aportaciones de expertos”. Está escrito por el padre Manuel Morales, agustino, más que capacitado “para dar consejos, dada su dilatada experiencia de acompañamiento a familias; pero sobre todo a las madres, las “madres-Mónica”, o comunidades de mujeres que se inspiran en la madre de san Agustín”.

Carmen Castiella Sánchez-Ostíz, afirma en su prólogo que “en un mundo hostil en el que el cristianismo era ridiculizado, santa Mónica trasmitió a su hijo la pasión por la verdad y la sabiduría. El libro entero es una invitación a transformar la preocupación en oración y a vivir la maternidad con más serenidad”.

“Tus hijos volverán…”, es lo que dice Dios por boca del profeta Jeremías a una madre que llora a sus hijos ausentes… Nuestro libro tiene mucho de profético. Hoy son muchos los hijos ausentes, aunque se encuentren físicamente presentes. Pese a que las apariencias parezcan manifestar otra cosa, también son muchas las madres que lloran. Hay muchas formas y maneras de llorar, tantas o más como las hay de rezar….