"No podemos dejar de respirar" (Publicaciones Claretianas) El nieto de la abuela Rosa

La mujer que enseñó a rezar a Bergoglio, y la que más influyó en su vida
Fernando Prado Ayuso, supergraduado por diversas Universidades en Ciencias Sagradas, con prevalencia para las de Información, es el actual director de la “Editorial Católica “Publicaciones Claretianas”.
Es el autor del libro“No podemos deja de respirar”, con el subtítulo de – “Raíces espirituales y magisterio sobre la oración en el papa Francisco”. En la página 19 y ss., cuenta con todos sus pormenores la anécdota que protagoniza el “misericordiado” papa Francisco en la que, al preguntarle un periodista qué salvaría en el caso de incendio, contestó que “el breviario y la agenda en la que tengo todos los contactos y quehaceres y el testamento de mi abuela Rosa, que fue la que me enseñó a rezar y la persona que más influyó en mi vida”.
En uno de los párrafos del referido testamento dice lo siguiente:”Que mis nietos, a los cuales entregué lo mejor de mi corazón, tengan una vida larga y feliz, pero si algún día el dolor, la enfermedad o la pérdida de una persona amada les llenan de desconsuelo, recuerden que un suspiro ante el Sagrario – Santísimo Sacramento-... puede reportarles una gota de bálsamo sobre las heridas más profundas y dolorosas”.

El libro de Fernando Prado es de fácil, rápida y enjundiosa lectura. Es “franciscano” por todos sus vericuetos y costados. En su contraportada refuerza la convicción de que “a pesar de la fuerte secularización de nuestras sociedades occidentales, parece que los estudiosos de la religión siguen afirmando que hay una especial sed de espiritualidad en nuestros contemporáneos. Al menos, en muchos de ellos. Hay un interés más allá de la Iglesia, pero también hay interés por parte de muchos cristianos por profundizar en las cuestiones del espíritu, por aprender a rezar más y mejor…”
Para corresponder convenientemente a esta sed de espiritualidad y de oración, las enseñanzas del papa Francisco, entresacadas, con sumo cuidado de sus libros, homilías y encíclicas, pueden estimarse como seguras soluciones para apaciguar tantas y tan urgentes demandas propias y ajenas.
La Virgen siempre se encuentra siempre de alguna manera en tarea- ministerio tan sagrado, En la página 21 , la hace presente con la advocación de “Nuestra Señora Desatanudos”, a la que solía encomendarse Bergoglio al volver de sus estudios doctorales efectuados en Alemania, país en el que se le tiene mucha devoción desde los años 1700, que es cuando se datan algunas de sus apariciones piadosas.
La lectura del libro de Fernando Prado se recomienda por multitud de razones. La oración y el “franciscanismo” lo son muy singularmente. Y, tal y como están “pontificalmente” las cosas, también y de paso, el contenido y la actualidad de la advocación mariana de “Nuestra Señora Desatanudos” en unos tiempos eclesiásticos como los presentes, en los que se espera tanto del papa en orden a poner cada cosa, y cada persona, en su sitio, comenzando por la Curia Romana, tarea en la que manifiesta ya estar decididamente empeñado…
“¡No dejéis de rezar por mí…¡”, es ruego y despedida habituales del nieto de la abuela Rosa…
