Dios es amor y libertad. Es nuestro Padre. Nos da capacidades, posibilidades y medios asombrosos que nos permitan construir nuestra persona a su imagen y semejanza. Es misericordioso, tiene su corazón cerca de los necesitados. Perdona (darse sin límites), no sólo borra nuestras culpas.
Dios nos rehabilita y pone nuevamente en el nivel de hijos con amor y fuerza para llegar a nuestra plenitud.