El Foro del Cambio Climático y Justicia Socio-Ambiental, que la semana pasada se reunía en un seminario virtual, acaba de publicar una carta pública en la que se recoge lo reflexionado a lo largo de cuatro días de encuentro, en el que han participado representantes de todas las regiones del país y de los diferentes biomas que forman parte de una nación de dimensiones continentales y con una rica biodiversidad.

La situación por la que está pasando Brasil, marcada por “la bancarrota y el colapso total del proyecto neoliberal en curso, basado en los intereses del capital, la codicia y la destrucción de nuestro patrimonio planetario” ha sido el punto de partida para reafirmar “nuestro compromiso de luchar por la construcción de un proyecto político amplio, alternativo, democrático y popular para nuestro país”. Este camino, a ser construido de forma colectiva, debe estar fundamentado en las “raíces culturales y formas de vida ancestrales”, algo contrario al proyecto de desarrollo neoliberal dominante.

El mensaje hace referencia a la importancia del Papa Francisco y su propuesta de Desarrollo Integral, enfatizando la necesidad de un cambio de modelo de producción y consumo. Al mismo tiempo hace una advertencia sobre la relación entre los diversos tipos de fundamentalismo y los daños socio-ambientales, denunciando los métodos inaceptables de persecución y recorte de libertades, así como los megaproyectos del llamado desarrollo. Las alternativas, según el foro, deben ser populares y anticapitalistas, haciendo propuestas de “buenas prácticas para hacer frente al cambio climático, inspiradas en la filosofía del Buen Vivir, basado en la sabiduría de la ancestralidad y en las estrategias históricas de resistencia de los pueblos de las aguas y los bosques, como una forma de cambiar esta realidad hacia una nueva coexistencia armónica con la Tierra y todos los seres vivos”.

El Foro Nacional del Cambio Climático y la Justicia Socio-ambiental destaca la necesidad de articulación, lucha, información y formación, denunciando todo lo que exacerba la concentración de la riqueza, el racismo, el machismo, la desigualdad social y las agresiones a los derechos de la Madre Tierra.

Todo está interrelacionado como si fuéramos uno en esta casa común

Seminario Nacional del Foro del Cambio Climático y Justicia Socio-Ambiental 2020

Carta Pública

Nosotros, los participantes en el Seminario Nacional del Foro sobre el Cambio Climático y la Justicia Socio-ambiental, reunidos virtualmente del 1 al 4 de diciembre de 2020, en representación de las cinco regiones de Brasil (Norte, Noreste, Centro Oeste, Sureste y Sur) y los biomas Amazonía, Caatinga, Cerrado, Bosque Atlántico, Pantanal, Pampa y Zona Costera, en medio de la bancarrota y el colapso total del proyecto neoliberal en curso, basado en los intereses del capital, la codicia y la destrucción de nuestro patrimonio planetario, reafirmamos nuestro compromiso de luchar por la construcción de un proyecto político amplio, alternativo, democrático y popular para nuestro país.

Entendemos que el proyecto que pretendemos construir, de forma colectiva, debe partir de una amplia reconexión con nuestras raíces culturales y formas de vida ancestrales. El proyecto de desarrollo neoliberal que se nos ha impuesto no nos sirve porque compacta con la muerte, cada vez más cerca de la vida en la tierra. Por nuestra parte, reiteramos nuestro pacto con la defensa de todas las formas de vida presentes en nuestra Madre Tierra.

No renunciamos a esta construcción colectiva a favor de la vida, porque creemos en una visión sistémica de la Tierra, como en la propuesta de Desarrollo Integral traída por el Papa Francisco. Esta propuesta y otras perspectivas que nos inspiran, refuerzan la certeza de que el cambio climático sólo puede ser contenido por el colapso sistémico del modo capitalista de la producción y el consumo.

Hay una relación íntima entre el fundamentalismo, de tipo político, religioso, ambiental, cultural y racial con la emergencia climática y los daños socio-ambientales. Por lo tanto, el cambio climático debe ser pensado de una manera que esté conectada a las luchas antirracistas de la relación intergeneracional y por la igualdad de género. Desde esta perspectiva, repudiamos las políticas de genocidio de los pueblos negro, indígena, la destrucción de nuestra cultura y los frecuentes ataques al Derecho a la Información. Denunciamos las inaceptables agresiones a la ciudadanía brasileña, la represión política, como es el caso del reciente "Mapa de Influenciadores", producido por la empresa BR+ Comunicación, por 2,7 millones de reales y utilizado por el Ministerio de Economía, que trae la lista completa de periodistas y los creadores de opinión, "detractores" del bolsonarismo. Este es otro ejemplo de métodos inaceptables de persecución y recorte de libertades.

Las respuestas al cambio climático y al racismo ambiental deben basarse en alternativas populares y anticapitalistas, ya que no es posible esperar una respuesta de quienes se sostienen en la lógica individualista antropocéntrica, que impone la visión del ser humano como un foco central de la realidad, en competencia entre sí, por la incesante búsqueda de beneficios venidos de la explotación humana y de los Bienes Comunes. Estos días de seminario nos han dado una rica y diversa gama de buenas prácticas para hacer frente al cambio climático, inspiradas en la filosofía del Buen Vivir, basado en la sabiduría de la ancestralidad y en las estrategias históricas de resistencia de los pueblos de las aguas y los bosques, como una forma de cambiar esta realidad hacia una nueva coexistencia armónica con la Tierra y todos los seres vivos.

Entre estas experiencias, destacamos: la lucha por la reforma agraria; la práctica de la agroecología, la agricultura urbana, la seguridad y la soberanía alimentaria, libre de agro tóxicos y transgénicos; la enfrentando los megaproyectos de muerte provocados por el actual modelo de desarrollo; las dietas veganas, vegetarianas o con la drástica reducción de proteína animal; el reconocimiento y la apreciación del conocimiento y las formas y modos de vida de los pueblos y comunidades tradicionales; y la transición a energías renovables, de menor impacto, justas y populares.

Considerando que los megaproyectos del llamado desarrollo, como la minería, la siderurgia, la energía nuclear, los parques eólicos, los huertos solares, la hidro y la agro industria, son los principales responsables de la degradación del medio ambiente, las violaciones de los derechos y las emisiones de gases de efecto invernadero, entendemos que las luchas contra la instalación y el funcionamiento de estos proyectos devastadores de los territorios son fundamentales. Es importante destacar que los principales responsables de las emisiones de CO2 en el mundo son la quema de combustibles fósiles. También señalamos que la lógica de los megaproyectos por sí sola es devastadora, y las alternativas energéticas sólo tienen sentido si se construye en formatos populares, con pleno respeto a los territorios.

En este sentido, entre las estrategias de lucha, también destacamos: las denuncias judiciales, en foros nacionales e internacionales, de las corporaciones y los representantes políticos responsables por los daños del cambio climático; articulación para los derechos de la naturaleza; articulaciones de lucha contra los megaproyectos; experimentos de reforestación y lucha contra la desertificación que llega a todos los biomas de Brasil.

Como Foro Nacional del Cambio Climático y la Justicia Socio-ambiental, reafirmamos nuestro compromiso con la articulación, la lucha, la información y la formación, denunciando cualquier práctica que exacerbará la concentración de la riqueza, el racismo, el machismo, la desigualdad social y las agresiones a los derechos de la Madre Tierra.

Brasil, 4 de diciembre de 2020

70 personas de entidades miembros y asociadas del Foro sobre el Cambio Climático y la Justicia Socio-ambiental