Primera rueda de prensa con miembros del Sínodo Cardenal Ambongo: En la Asamblea Sinodal, “la autoridad viene del Bautismo, es por el Bautismo que estamos aquí”
Finaliza la primera semana de la Asamblea Sinodal, donde se ha completado el trabajo sobre la sección A del Instrumento de Trabajo
Un método en el que “buscamos juntos la mejor solución en este momento al problema”, lo que hará que “el resultado será lo más cercano a lo que podemos considerar la voluntad de Dios”
Ser una Iglesia acogedora, con rasgos sinodales, que busca la integración de las personas
Es fundamental “la formación en el espíritu de la Iglesia sinodal, todos tenemos que dejarnos formar en el espíritu de la sinodalidad”
Ser una Iglesia acogedora, con rasgos sinodales, que busca la integración de las personas
Es fundamental “la formación en el espíritu de la Iglesia sinodal, todos tenemos que dejarnos formar en el espíritu de la sinodalidad”
| Luis Miguel Modino, enviado especial al Vaticano
La primera rueda de prensa con presencia de los miembros de la primera sesión de la Asamblea Sinodal del Sínodo sobre la Sinodalidad, que se realiza en el Aula Pablo VI del Vaticano de 4 a 29 de octubre, ha tenido lugar este sábado en la Sala Stampa vaticana, con la presencia de un cardenal africano, Fridolin Ambongo Besungo, y una religiosa migrante, Leticia Salazar, de la Compañía de María.
A los tradicionales informes de Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede y presidente de la Comisión de Comunicación del Sínodo, auxiliado diariamente por Sheila Leocadia Pires, secretaria de la misma comisión, se les han unido la hermana Leticia Salazar, religiosa de la Compañía de María y canciller de la diócesis de San Bernardino (Estados Unidos), y el cardenal Fridolin Ambongo Besungo, arzobispo de Kinshasa (República Democrática del Congo), que participa como presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM).
Finaliza la primera semana de la Asamblea Sinodal, donde se ha completado el trabajo sobre la sección A del Instrumento de Trabajo, que Ruffini considera rica en eventos, habiendo sido abordados los rasgos de una Iglesia sinodal, habiendo experimentado la grandeza de la Iglesia y su unidad. El prefecto del Dicasterio transmitió el agradecimiento del Papa por el trabajo de los periodistas.
Temas destacados en los primeros días
Fueron recordados los temas principales abordados en estos primeros días, entre otros la formación a todos los niveles de todos los bautizados, sobre todo en los seminarios, la vivencia de la comunión por parte de la jerarquía y cómo encontrar nuevas formas de participación en la comunión, afirmando que la sinodalidad es una actitud espiritual que requiere estructuras y pasar del concepto de poder al concepto de servicio, ser una Iglesia acogedora, que supera el clericalismo y potencia el papel de los laicos, que está con los pobres, sobre todo con los migrantes.
Una asamblea sinodal cuyos miembros recibían en la tarde del viernes el libro del Papa Francisco “Santos, no mundanos”, y que en la tarde del jueves peregrinarán a las Catacumbas de Santa Domitila, un lugar de importancia en la vida de la Iglesia si nos remitimos a las primeras comunidades cristianas, o más recientemente al Concilio Vaticano II o al Sínodo para la Amazonía, y los pactos allí firmados. Los miembros de la asamblea son invitados a la oración y han disfrutado en todas las congregaciones generales de la presencia de Francisco, que siempre llega de los primeros y departe con naturalidad con los presentes en la sala sinodal.
Estar abiertos y aprender con todos
La Hna. Leticia Salazar dijo haber participado en varios capítulos generales de la Compañía de María, pero resaltó que esta experiencia es diferente, es una experiencia con toda la Iglesia, “nos permite estar abiertos y aprender con todos”. Nacida en México, emigró con su familia a Estados Unidos con 17 años, resaltando que fue la Iglesia católica quien la acogió.
Es el cuarto sínodo en el que participa el cardenal Ambongo, que señaló que cada uno llegó a la Asamblea Sinodal con sus esperanzas, “pero poco a poco hemos entrado en el proceso y me doy cuenta de que este Sínodo no es como los otros en los que participé”. Reconociendo que nadie sabe cómo va a terminar, destacó la importancia de que “somos hermanos y hermanas a la escucha de la voluntad de Dios para su Iglesia”, que ninguno ha llegado con su agenda para imponer. Un Sínodo que vive con alegría y confianza, en un clima positivo, y donde lo que salga será acogido como la voluntad de Dios, diciendo estar convencido de que dará muchos frutos a la Iglesia.
Importancia del método de discernimiento comunitario
Un Sínodo que sólo tendrá resultados al final de la segunda sesión de la Asamblea Sinodal, en octubre de 2024, por lo que los temas, algo que dijo con relación a los ministerios ordenados, son tratados, pero no para decidir algo y sí para ver qué nos dice el Espíritu con respecto a este tema, destacando la necesidad de escuchar para descubrir la voluntad del Señor. Para ello es importante el método elegido, el discernimiento comunitario, pues “nadie puede decir yo sé cual es la voluntad de Dios”, enfatizó el purpurado. Un método en el que “buscamos juntos la mejor solución en este momento al problema”, lo que hará que “el resultado será lo más cercano a lo que podemos considerar la voluntad de Dios”.
Un trabajo realizado entre todos, pues “la autoridad viene del Bautismo, es por el Bautismo que estamos aquí”. En los círculos menores se necesita la mayoría para aprobar los informes, que son presentados en la congregación general, donde cada uno puede reaccionar y después se vuelve a debatir en las comunidades para el discernimiento lo escuchado en la congregación general, elaborando un informe final para presentarlo a la Secretaría del Sínodo.
Una Iglesia con rasgos sinodales
La Hna. Leticia Salazar compartió el trabajo que la diócesis de San Bernardino realiza con los migrantes latinoamericanos, donde llevan 30 años reflexionando sobre cómo ser una Iglesia acogedora, con rasgos sinodales, que busca la integración de las personas, afirmando que el tema de las migraciones forma parte del discernimiento sinodal y hay que seguir profundizando qué significa ser hermanos y hermanas.
Como hizo el cardenal africano, la religiosa insistió en que “es el Bautismo el que nos ha traído aquí”, destacando la importancia de la oración, que “nos permite ver cosas que nunca habíamos visto antes, nos permite abrirnos a nuevas posibilidades”. Eso exige una gran atención a la Palabra de Dios, a las voces que escuchamos, no se trata solo de nuestra experiencia personal y eso se expresa libremente en los círculos, destacó, pues es aquí que se va “revelando lo que Dios nos está diciendo, esto es el discernimiento comunitario, es una comunidad que llega a la meta”. En ese sentido, resaltó que “a menudo las personas no entienden lo que es la sinodalidad, que no es un concepto, es la experiencia de sentirse incluido, escuchado”.
Para el cardenal Ambongo es fundamental “la formación en el espíritu de la Iglesia sinodal, todos tenemos que dejarnos formar en el espíritu de la sinodalidad”. Desde ahí dijo que “no es el Sínodo el que soluciona los problemas particulares, sino que el Sínodo define la nueva forma de encarar los problemas con el espíritu de la sinodalidad”.