La Iglesia y la REPAM deben ser aliadas de los pueblos de la Panamazonía Cardenal Hummes: “la REPAM está muy preocupada y exige más atención de los gobiernos en relación al Coronavirus en la Panamazonía”
Según datos oficiales, que la REPAM recoge todos los días, el 1 de mayo ya se ha llegado a 20.445 casos, con 1.322 fallecidos en la Panamazonía
La Panamazonía "está mucho menos preparada para enfrentar esta pandemia, porque siempre ha sido muy desatendida por parte de los propios gobiernos, muy abandonada e, incluso, constantemente destruida y reprimida en la lucha por sus derechos, por su vida”
Sólo en la ciudad de Manaos, el número de fallecidos como consecuencia del COVID-19, puede estar próximo a los 2.000.
“Frente a este escenario de pandemia, corresponde a las autoridades públicas implementar estrategias de atención responsable para los sectores de población más vulnerables, donde están nuestros pueblos indígenas y muchos otros”
“La Iglesia debe tratar de estar cerca de los pueblos indígenas en su vida cotidiana, para que sientan que la Iglesia está de su lado, que la Iglesia es una aliada que consuela, alienta y reza al lado de ellos"
Sólo en la ciudad de Manaos, el número de fallecidos como consecuencia del COVID-19, puede estar próximo a los 2.000.
“Frente a este escenario de pandemia, corresponde a las autoridades públicas implementar estrategias de atención responsable para los sectores de población más vulnerables, donde están nuestros pueblos indígenas y muchos otros”
“La Iglesia debe tratar de estar cerca de los pueblos indígenas en su vida cotidiana, para que sientan que la Iglesia está de su lado, que la Iglesia es una aliada que consuela, alienta y reza al lado de ellos"
“La Iglesia debe tratar de estar cerca de los pueblos indígenas en su vida cotidiana, para que sientan que la Iglesia está de su lado, que la Iglesia es una aliada que consuela, alienta y reza al lado de ellos"
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
La región Panamazónica, que comprende el 43% del territorio de América del Sur, es compartida por nueve países y en ella viven más de 33 millones de personas. En esa región, el papel de la Iglesia siempre ha sido de particular importancia, supliendo muchas veces las carencias que deberían ser cubiertas por el poder público.
Ante esa situación, dentro del contexto en el que estamos viviendo, respondiendo a cuáles son los principales temores de la REPAM en lo que se refiere a la diseminación de la pandemia entre los pueblos amazónicos y si la Iglesia tiene un papel a cumplir en ese contexto, el Cardenal Claudio Hummes, presidente de la REPAM y relator general del Sínodo para la Amazonía, afirmaba que “la REPAM está muy preocupada y exige más atención por parte de los gobiernos en relación con esta gran región panamazónica, debido a esta pandemia del Coronavirus que se está extendiendo cada vez más en toda la región”.
Ante esta grave situación, al referirse a la región panamazónica, el purpurado afirma “que está mucho menos preparada para enfrentar esta pandemia, porque siempre ha sido muy desatendida por parte de los propios gobiernos, muy abandonada e, incluso, constantemente destruida y reprimida en la lucha por sus derechos, por su vida”.
El Cardenal Hummes señala en sus palabras que “la tasa de mortalidad en esta región está aumentando, especialmente en las grandes ciudades, pero también en las ciudades medianas”. De hecho, son muchas las voces que están denunciando la subnotificación de los casos, tanto de contagiados como de fallecidos. Para que sirva de ejemplo, en Manaos, el principal foco de contagio y muerte en toda la región panamazónica, los datos aportados por las autoridades dicen que, hasta el 1 de mayo, había 3.491 contagiados y 357 fallecidos, algo que resulta poco creíble, pues ya se están superando los 140 entierros por día, cuando lo normal en la ciudad eran en torno de 30. Esto nos hace pensar que, sólo en la ciudad de Manaos, el número de fallecidos como consecuencia del COVID-19, puede estar próximo a los 2.000.
Lo mismo se puede decir de la atención médica, pues como denuncia el presidente de la REPAM, “el colapso del sistema de salud en muchas de ellas ya está teniendo lugar y en otras ocurrirá cada vez más”. De hecho, en Manaos, como está sucediendo en otros lugares, son cada vez más los que mueren en casa, sin ningún tipo de cuidado médico. Son muchos los testimonios de personas que llegan a los hospitales y son enviados de vuelta para casa, independientemente de su gravedad. Por eso, el cardenal Hummes exige que “frente a este escenario de pandemia, corresponde a las autoridades públicas implementar estrategias de atención responsable para los sectores de población más vulnerables, donde están nuestros pueblos indígenas y muchos otros”.
El presidente de la REPAM también tiene palabras para la Iglesia, a la que dice que “en primer lugar, debe indignarse, como dice el Papa Francisco, y denunciar estas grandes necesidades y las injusticias que sufre el pueblo de esa región, especialmente los más pobres y vulnerables, los pueblos originarios, los quilombolas y otros”. Al mismo tiempo, “la Iglesia debe tratar de estar cerca de los pueblos indígenas en su vida cotidiana, para que sientan que la Iglesia está de su lado, que la Iglesia es una aliada que consuela, alienta y reza al lado de ellos, fortaleciendo en ellos su esperanza y la voluntad de luchar por más justicia, solidaridad y recursos para sobrevivir”.
En muchos lugares de la Panamazonía, la Iglesia está siendo socorro para los que más sufren en este momento de pandemia, asumiendo aquello que ha dicho el cardenal. Según él, “el Papa Francisco siempre nos anima a que la Iglesia, y la REPAM, estén realmente cerca de la gente, más cerca en su vida cotidiana, para que camine con ellos como aliada, tal como lo pidieron los pueblos indígenas en el Sínodo Especial para la Amazonía”. No podemos olvidar que, como recogen los documentos elaborados a lo largo de todo el proceso sinodal, en la Amazonía, uno de los grandes desafíos es pasar de una Iglesia de visita a una Iglesia de presencia.
En sus palabras, el presidente de la REPAM nos recuerda que, a lo largo de todo el proceso sinodal, “los pueblos pidieron que la Iglesia fuera una aliada, una Iglesia que estuviera con ellos, una Iglesia que apoyara lo que deciden, lo que quieren y cómo pretenden construir su futuro, especialmente en este momento tan difícil de la pandemia. Por lo tanto, la Iglesia y la REPAM deben estar con ellos diariamente, como aliadas de estas poblaciones de nuestra gran Panamazonía”.