Mensaje por el Día Nacional de Solidaridad en la fiesta de San Alberto Hurtado Episcopado chileno: “cultivar una auténtica amistad cívica” y acoger al inmigrante
“El cristianismo más que una doctrina es una vida, una actitud total del hombre… El cristianismo o es una vida entera de donación… o es una ridícula parodia que mueve a risa y a desprecio”
"La intolerancia y la descalificación no son el camino, sino generar una cultura del encuentro que integra las diferencias y permite la gestación de un pacto social”
“Facilitar la regularización de la situación migratoria de miles de haitianos residentes en nuestra patria, abriéndoles la posibilidad de traer a sus hijos y familiares cercanos”
“Que el Evangelio de Jesús y el ejemplo del Padre Hurtado sigan inspirando y sosteniendo en la Iglesia innumerables expresiones de solidaridad”
“Facilitar la regularización de la situación migratoria de miles de haitianos residentes en nuestra patria, abriéndoles la posibilidad de traer a sus hijos y familiares cercanos”
“Que el Evangelio de Jesús y el ejemplo del Padre Hurtado sigan inspirando y sosteniendo en la Iglesia innumerables expresiones de solidaridad”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Chile celebra este 18 de agosto el Día Nacional de la Solidaridad, una fecha con la que se rinde homenaje a San Alberto Hurtado, el jesuita fallecido en esta misma fecha en 1952 y del que hoy se celebra su fiesta. Con ese motivo, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile ha emitido una nota con la que quieren “agradecer a todos quienes cada día sirven a sus hermanos en múltiples iniciativas y organizaciones solidarias”.
Los obispos chilenos se fijan de modo especial, en “todos quienes en medio de la pandemia han dado muestras de una solicitud constante por aquellos hermanos más frágiles y desvalidos, particularmente en el ámbito de la salud”, destacando los esfuerzos del personal sanitario.
Citando las palabras del Papa Francisco en Fratelli tutti, los obispos “recuerdan que la solidaridad es mucho más que algunos actos de generosidad esporádicos”, insistiendo en la dimensión comunitaria y las causas estructurales. Refiriéndose a la situación del país, ven con esperanza “que en nuestro país se esté desarrollando un diálogo institucional que busca un modo de organizarnos y de convivir que atienda de mejor forma a la dignidad de las personas y a los anhelos de mayor justicia social”.
Desde el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile se advierte que es indispensable “cultivar una auténtica amistad cívica, que permita un diálogo en respeto mutuo y escucha verdadera. La intolerancia y la descalificación no son el camino, sino generar una cultura del encuentro que integra las diferencias y permite la gestación de un pacto social”. En ese sentido, inspirado en la última encíclica del Papa Francisco, que llama a “generar procesos de encuentro”, se apunta éste como “el camino que debe seguir la política”.
En sus palabras, los obispos chilenos se hacen eco de la situación de aflicción que se viven en Haití y Afganistán. Ante ello piden como gesto concreto del gobierno chileno “facilitar la regularización de la situación migratoria de miles de haitianos residentes en nuestra patria, abriéndoles la posibilidad de traer a sus hijos y familiares cercanos”. Se trataría de un gesto con el que “crecer en acogida e integración de quienes huyen de la pobreza, la guerra y otras violencias, buscando una vida más digna para ellos y sus seres queridos”.
El texto llama a “que el Evangelio de Jesús y el ejemplo del Padre Hurtado sigan inspirando y sosteniendo en la Iglesia innumerables expresiones de solidaridad”. Por eso, animan a que eso sea vivido en las parroquias y comunidades cristianas, por los sacerdotes, consagrados y consagradas, los laicos, las familias y a las comunidades educativas, para vivir según esas actitudes, haciendo realidad las palabras de San Alberto Hurtado: “El cristianismo más que una doctrina es una vida, una actitud total del hombre… El cristianismo o es una vida entera de donación… o es una ridícula parodia que mueve a risa y a desprecio”.