En un país que es una mezcla de razas y culturas, la Iglesia en Brasil anuncia el Evangelio de diferentes maneras. Una Iglesia que poco a poco va asumiendo la Misión ad Gentes, devolviendo a la Iglesia universal los frutos del tiempo en que los misioneros llegaron a Brasil y plantaron las semillas del Evangelio.

Asumir la misión ad gentes

Podemos decir que esta dimensión misionera ad gentes es el elemento fundamental del V Congreso Misionero Nacional, que se celebra en Manaos del 10 al 15 de noviembre y que se inició en la tarde del viernes 10 de noviembre con una Eucaristía presidida por Mons. Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre y presidente de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB).

Recibidos por el Cardenal Leonardo Steiner, los 800 congresistas fueron "bienvenidos a nuestra querida Arquidiócesis de Manaos, bienvenidos a nuestra querida Amazonia, bienvenidos a nuestro V Congreso Nacional Misionero", destacando los esfuerzos realizados por los diferentes equipos para acogerlos bien. Esto para que "nuestros corazones ardan de deseo misionero y nuestros pies se pongan alegremente en camino cada vez más grande". El arzobispo local dio las gracias a los participantes por haber venido, por estar aquí.

Mons. Jaime Spengler afirmó que Jesús nos envía a "anunciar el Evangelio de la vida", subrayando con las palabras de San Pablo VI que los seres humanos escuchan hoy con mucha más atención a los testigos que a los maestros. Según el arzobispo de Porto Alegre, "cuando el corazón arde, los pies alzan el vuelo, el amor por Cristo consume a quienes se sienten tocados, afectados, amados, que deciden formar a otros". Por eso hizo ver la necesidad de ser testigos en nuestra forma de ser, de convivir, que ilumina nuestras decisiones, opciones, en un mundo en constante transformación, llamado a renovarlo todo para avanzar, para mirar hacia delante, a pesar de que algunos quieren retroceder.

Abertura oficial del Congreso

La solemne sesión inaugural marcó la apertura oficial del congreso, siendo realizado por Antonio Niemiec, secretario nacional de la Pontificia Unión Misional, un recorrido de cómo hemos llegado a este Congreso y de lo mucho que ha evolucionado y cambiado la concepción que la Iglesia tiene de la misión, especialmente en los últimos 50 años.

En su intervención el Cardenal Leonardo Steiner, arzobispo de Manaos, inició la sesión con un recuerdo a Mons. Sergio Castriani, fallecido en marzo de 2021, que fue quien aceptó la celebración este congreso en Manaos. En sus palabras recordó que por la Amazonia han pasado muchos misioneros que han dejado tras de sí el sabor y el aroma de la actividad misionera. "No habrían soportado el peso de las dificultades si no hubiera sido por sus corazones ardientes de fe en Jesús", dijo el cardenal, que hizo una invitación a los presentes: "Únanse a nosotros en la alegría de ser anunciadores de una nueva forma de vida".

En la sesión de abertura intervinieron el presidente de la CNBB, el vicepresidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonia (CEAMA), Mons. Zenildo Lima, y el presidente de la Comisión para la Acción Misionera y Cooperación Intereclesial de la CNBB, Mons. Mauricio da Silva Jardim, obispo de Rondonópolis – Guiratinga, que destacó que las contribuciones de este Congreso Misionero Nacional serán fundamentales para la continuidad y actualización del Programa Misionero Nacional, lanzado en 2019.

Volver con renovado ardor misionero

En representación de la Conferencia de los Religiosos de Brasil, la hna. Rosa Diaz, misionera mexicana, destacó: "Pedimos al Señor la gracia de una conversión profunda para que podamos colocarnos en estado permanente de misión. Que estos días sean momentos para renovar la esperanza y buscar fortalecer los lazos de comunión, para que podamos volver a nuestras comunidades con renovado ardor misionero". Por su parte, la secretaria general de la Obra Pontificia de la Santa Infancia, la Hna. Roberta Tremarelli, que vino directamente de Roma para el Congreso, invitó a despertar y animar a todos los bautizados: "Si somos católicos, somos universales y nuestro horizonte es abierto y vasto".

La Hna. Regina da Costa Pedro, directora de OMP Brasil, hizo una breve presentación de un Congreso lleno de esperanzas e intenciones, destacando el objetivo general: promover la misión ad gentes de las Iglesias particulares, hasta los confines de la tierra, en un camino sinodal y a la escucha del Espíritu Santo, avanzando en el proceso de una verdadera conversión misionera de nuestras comunidades eclesiales, en vista de la misión evangelizadora de la Iglesia.

En cuanto a la metodología del congreso, explicó que el proceso está iluminado por la historia de los discípulos de Emaús: "Tendremos el día del camino, dedicado a la escucha; el día del encuentro, dedicado a la iluminación; el día del compartir, dedicado a la comunión; y el día del testimonio, dedicado al anuncio”. Un tiempo en el que "más que nada, contaremos con la participación viva de todos y cada uno de vosotros en este momento único de encuentro, de compartir, de oración y de celebración", subrayó.