La líder indígena participa en encuentro en el Vaticano Marcivana Sateré: "incluso vestidos, en la ciudad, con título universitario, somos indios"
En la Amazonia el desarrollo está muy centralizado en las ciudades, lo que obliga a los indígenas a venir a las grandes capitales
Los indígenas siempre tuvieron que adaptarse a la cultura que vino de fuera
Los indígenas van asumiendo la cultura urbana y la invisibilidad se hace presente, lo que niega derechos a los pueblos
Los indígenas van asumiendo la cultura urbana y la invisibilidad se hace presente, lo que niega derechos a los pueblos
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Las religiones son desafiadas a contribuir en la implementación de los objetivos del desarrollo sostenible, una reflexión siempre presente en el pensamiento del Papa Francisco. Este diálogo interreligioso es fundamental, aún más si se percibe que los objetivos de desarrollo sostenible no se están implementando de la manera que se debería. Ante esta realidad, las comunidades de fe tienen un papel decisivo. La base debe estar en cinco ejes fundamentales: Personas, Planeta, Prosperidad, Paz y Alianzas.
Marcivana Sateré, que forma parte de la Coordinación Ejecutiva de la Coordinación de los Pueblos Indígenas de Manaos y Entorno - COPIME, ha sido invitada a aportar una perspectiva indígena sobre la cuestión de la urbanización y las comunidades indígenas. Ella reconoce que en la Amazonia "el desarrollo está muy centralizado en las ciudades, lo que obliga a los indígenas a venir a las grandes capitales".
Las consecuencias de ello, según la representante de COPIME, es "la pérdida de identidad indígena". Poco a poco, los indígenas van asumiendo la cultura urbana y la invisibilidad se hace presente, lo que niega derechos a los pueblos, convirtiéndose en una situación cada vez más preocupante para las organizaciones indígenas.
Junto con eso, el desarrollo de la región, desde una perspectiva gubernamental, está basado en megaproyectos que benefician a pocas personas, favoreciendo la concentración de renta, que se centra en un pequeño grupo. La consecuencia es que "las comunidades indígenas están cada vez más empobrecidas", afirma Marcivana Sateré, siendo los programas asistencialistas el único recurso para esas comunidades.
El gran desafío está en la necesidad de repensar otro modelo de desarrollo sostenible que haga posible que las familias puedan quedarse viviendo en sus aldeas. Según diversos estudios, en Manaos, los indígenas tienen una calidad de vida inferior a otros colectivos sociales, lo que se concreta en baja escolaridad, empleo precario o salud que no contempla las diferencias indígenas, entre otros aspectos.
Una mirada histórica lleva a Marcivana Sateré a afirmar que "los indígenas siempre tuvieron que adaptarse a la cultura que vino de fuera". Según la líder indígena, "en los días de hoy, el gobierno está empujando a los indígenas hacia las ciudades, en un intento de vaciar los territorios para favorecer los megaproyectos". Junto con eso, cuando llegan, "falta amparo legal, jurídico, para los indígenas en la ciudad".
Movida por prejuicios históricos, la sociedad todavía tiene la imagen folclórica del indio, desnudo, en el interior, salvaje. Superar todo eso es un desafío, pero Marcivana Sateré no duda en afirmar enfáticamente que "incluso vestidos, en la ciudad, con título universitario, somos indios". Según ella, "el indígena puede alcanzar esos objetivos, el indígena no pierde la identidad. Somos indígenas allí donde quiera que estemos, hasta dando conferencias fuera del país".
En referencia al tema de la Conferencia en el Vaticano, la representante de la COPIME, insiste en que los pueblos indígenas tienen mucho que contribuir en el desarrollo de las ciudades, destacando algunos elementos como la convivencia pluriétnica, la reforestación, el desarrollo cultural, que se concreta en la artesanía, culinaria, bebidas típicas, ropa, música étnica o turismo ecológico, proporcionando "otra visión de modelo de ciudad".
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